10 hábitos de mejora, que puedes practicar desde ya

Recientemente accedí a hacer una presentación para estudiantes de secundaria, que estudian en el mismo colegio en el que yo lo hice en su día. La idea fue, básicamente, compartir mi experiencia laboral y académica desde que superé la enseñanza preuniversitaria (hace ya más de 15 años, ojo) dentro de un programa de “charlas sobre el trabajo” que el colegio realiza de forma regular.

En vez de centrarme en describir vivencias personales, algo que probablemente sería olvidado al fin de la sesión, intuí que sería más efectivo dar una serie de consejos de mejora que podrían empezar a utilizar ya mismo. Estos hábitos me han traído cierto éxito, moderado (en la manera en la que gozo de una buena situación laboral y felicidad) durante la última década. Durante la sesión, los mencionamos de forma genérica, aunque en muchos casos pusimos ejemplos de cada uno.

Para un par de ellos, les añadí una perspectiva generacional, ya que en mi época de estudiante las plataformas digitales y redes sociales no estaban tan presentes en la sociedad como lo están hoy en día. Así que, a partir de aquí, se explican estos 10 hábitos (algunos, bastante interrelacionados) que pueden hacerte mejorar en varios aspectos:

1 – Compórtate con humildad: evita quedar de “sobrado/a”. Esto en absoluto implica que carezcas de ambición o confianza y es de vital importancia en la época del continuo autoreconocimiento (o lo que me gusta llamar, la cultura del selfi). Los grandes egos tienen la terrible habilidad de contaminar espacios de trabajo, destruir relaciones y minar la cultura social de cualquier organización. Si mantienes tu ego bajo control, es bastante probable que acabes siendo una mejor persona. La gente que va de listilla no suele agradar.

Consejo: Intenta utilizar menos “yo” o “mi” cuando construyas frases, y prueba emplear en su lugar pronombres que incluyan a otros actores como “nosotros/as” o pronombres impersonales. Intenta también, antes de entrar a una reunión como oyente, pensar “No tengo ni idea sobre este tema, a ver qué puedo aprender”. A todo el mundo le gusta escucharse a sí mismo.

2 – Recuerda, nadie está por encima de ningún trabajo. Cualquier profesión que nos podamos imaginar merece ser tratada con respeto, independientemente de nuestra formación. Siempre que haya desempleo, habrá gente deseando tener ese trabajo que no te gusta nada. Si de verdad crees que estás sobrecalificado para el puesto, o sencillamente no te gusta tu actual trabajo, está en tus manos el ir buscando otras oportunidades. Sin embargo, hasta que no consigas ese cambio, debes tratar con respeto tu actual empleo.

3 – Evita pensar en silos (ser un ‘cabeza cuadrada’), o en otras palabras: intenta tener una curiosidad genuina y tener la mente abierta a nuevas ideas. Esto sirve para potenciar la empatía, de nuevo, una característica crítica en la cultura del selfi. La irrupción de las RRSS favorece que únicamente valoremos nuestras ideas, o aquellas con las que concordamos, ya que el contenido que nos llega cada vez está más adaptado a nuestros gustos. Sin embargo, esto atenta contra nuestra capacidad de pensamiento crítico y nos puede hacer menos inclinados a escuchar las ideas de otras personas, más si difieren de las nuestras.

Si tienes la miente abierta a otros estímulos, probablemente sepas valorar las opiniones de los demás (que en ocasiones pueden traer beneficios que no habíamos considerado). Con ello, tu visión estratégica de cualquier organización, empresa, entidad o relación sólo crecerá, y eso se valora.

Consejo: intenta escuchar atentamente a personas con las que tengas pocas cosas en común, al menos de manera ocasional.

Fuente: Anahi Alanis via Jostle.

4 – Cambio climático, seguridad laboral, economías cada vez más volátiles, gobiernos populistas ó escasez de recursos, entre otros. Vivimos en la época de mayor inestabilidad desde la Segunda Guerra Mundial. El ambiente a nuestro alrededor va a cambiar, así que cuanto antes lo aceptemos, mejor. Nunca vamos a tener total control sobre nuestras vidas, así que mejor estar preparado para los cambios y no tomar a nada o a nadie por sentados (una situación de confort como un contrato indefinido, por ejemplo). Esto también ayuda a valorar el presente. En definitiva, es aconsejable estar preparado para lo mejor pero listo para lo peor.

5 – Leer más libros y perder menos tiempo en RRSS o viendo Netflix: nadie se ha vuelto más inteligente dedicando tiempo a las dos últimos y no favorecen tu alma en ningún modo. Estas plataformas están diseñadas para captar nuestra atención con nada y mantenernos enganchados a través de la dopamina, un neurotransmisor responsable de la gratificación instantánea que en grandes cantidades se asocia con enfermedades mentales, incluida la esquizofrenia. Leer, al contrario, contribuye a potenciar nuestra imaginación, creatividad, pensamiento crítico o el vocabulario (y por ende, nuestras habilidades de escritura), entre otras ventajas. Además, si se te presenta un reto, o crees estar pasando por un mal momento, es muy probable que alguien escribiera sobre una situación muy parecida hace bastante tiempo, lo que puede ayudar a superarlo.

6 – El trabajo va, por inercia, allí donde se realiza bien. Intenta ser consciente de como trabajas (positivamente, claro), y qué colegas o amistades se acercan a pedirte que les ayudes con algo. Mi abuelo solía decir algo así: Muchos burros se pararán a descansar, bajo un árbol que da mucha sombra.

Consejo: Es una buena señal, si se te acercan varios colegas o amistades en el trabajo o estudios. Significará, entre otros motivos, que les gusta como trabajas. Intenta ser, sin embargo, consciente de quien, y por qué se te acercan, y si te piden favores con asuntos en los que son realmente capaces. Es importante saber decir que no. 

7 – Mantén tu habitación en orden e intenta ejercitar tu cuerpo al menos una vez a la semana. A parte de los beneficios físicos y estéticos, asocio ambos con tener la mente organizada, y también como aumento de la resiliencia y formas de derrotar a la pereza. Al hacer la primera, crearás indirectamente un patrón en tu mente, a través del cual aumentarás la organización y el control sobre tus asuntos diarios, pudiendo distribuir los últimos mejor. Con la segunda actividad, también ganaremos en organización (al final, tendrás que destinar tiempo de tu día a ella).

El deporte ayuda, además, a aumentar tu resiliencia psicológica: esa vocecita en tu mente, que te desanima para que vuelvas a casa cuando sales a correr, es la misma que te pedirá que tires la toalla en cuanto la vida te presente un reto. Hacer deporte nos enseñará, poco a poco, métodos para vencerla.

8 – Intenta no tomarte las cosas de forma muy personal. Este consejo enlaza con el cuarto, ya que nunca tendrás el control sobre todas las cosas que pueden afectar a tu vida. Por ejemplo, habrá personas cuyas acciones te dañen, directa o indirectamente. Puedes intentar ponerle solución explicando empáticamente qué acción/es te han afectado, pero olvídate de a “arreglar” el comportamiento de nadie y finalmente, no seas demasiado duro/a contigo. Nadie se preocupará más de ti que tú mismo/a, así que tener una actitud positiva y afectiva hacia quién eres es esencial. Epícteto ya lo describió en el Siglo I ó II: “Lo que realmente nos atemoriza y consterna no son los eventos externos en sí, si no la forma en que nos los planteamos. No son cosas las que nos molestan, sino nuestra interpretación de su significado.”

Consejo: intenta pensar en las cosas positivas que están por llegar, y centrar tus pensamientos más en las cosas que puedes realizar, que sobre las que no tienes control alguno. Esto será más fácil si intentas rodearte de gente que añada valor a tu vida.

9 – Practica una comunicación efectiva e intenta tener un impacto positivo sobre las personas con las que te relacionas. Esto es más importante que nunca, especialmente teniendo en cuenta la época en la que vivimos, en la que muchas personas priorizan, de forma errónea, sus likes o amigos en RRSS antes que sus conexiones en la vida real. Todavía me sorprendo al trabajar con personas – siempre varios años más jóvenes que yo – que lo pasan mal al intentar resolver una objeción durante una reunión, se toman las críticas constructivas de forma muy violenta o incluso se ponen nerviosas al realizar una llamada telefónica. Distintos estudios sociológicos concluyen que estas tendencias solo van a crecer con el paso del tiempo, y una de sus causas es el hecho que nos estamos acostumbrando a trabajar (y a vivir) a través de una pantalla. Esta generación de cristal también tiene como una de sus debilidades la peor habilidad de comunicación interpersonal.

Lebron James rompiendo el récord de mayor puntos anotados por un jugador en la NBA, mientras no más de 5 individuos fuera de la cancha están prestando verdaderamente atención. Fuente: Andrew Bernstein.

David Le Breton explica que el individuo hiperconectado es paradójicamente el más desconectado. En definitiva, quien eres y el impacto que tienes sobre las personas que te rodean es más importante que tus seguidores en Instagram. En esta línea, a mayor tiempo que pases empleando comunicación digital, menos comunicación en persona practicarás, creando más conexiones, sí, pero mucho más superficiales.

Una forma de mejorar en este aspecto puede ser interactuar, de forma genuina e interesada, con las personas con las que pases días de estudio o trabajo. Si de veras muestras interés en el trabajo de tus colegas, ellos mostrarán interés en el tuyo, y de ahí sólo pueden salir cosas buenas. Alguien con dotes de comunicación efectivas tendrá mayores posibilidades de conseguir un buen empleo, mejores relaciones interpersonales en el trabajo o en su vida personal, y esto nos abrirá puertas. Para ello, debes ser capaz de escuchar las opiniones de los demás y expresar las tuyas propias de una forma clara y asertiva, por mucho que difieran.

Consejo para empezar con esto: intenta trabajar, durante tus estudios, en algún sector en el que estés continuamente interactuando con otras personas (por ejemplo, en una cafetería). A buen seguro será una experiencia beneficiosa.

10 – Visualiza donde quieres estar dentro de 5 años. Esto no debería entrar en conflicto con disfrutar del día a día, pero tener una cierta idea de que quieres para tu futuro te ayudará a no desviarte en exceso del camino. Esta visión también contribuirá a que puedas reflexionar sobre tus decisiones en el corto plazo, y, potencialmente, prevenir que un día te levantes ya cumplidos los 40 pensando en qué diablos perdiste el tiempo durante los últimos 10 años.

Consejo: intenta dedicar tiempo, de vez en cuando, para la reflexión o meditación, a solas, en un entorno de tu agrado como tu habitación o una zona en la naturaleza que conozcas bien.

Y hasta aquí, la lista detallada de hábitos que pueden añadir valor a quines somos, especialmente aplicables en los entornos laborales y enfocados a las generaciones que recién están entrando en el mercado de trabajo, y las que vienen detrás. Obviamente, he listado las que más me ayudaron personalmente y me parecen más relevantes.

Esperando que te haya entretenido el artículo, por mi parte solo puedo expresar gratitud por la sesión que celebramos. Volver a un entorno amigable en el que pasaste una parte que dejaste hace tiempo siempre es una experiencia refrescante.

Visitando Valencia (I): lugares de interés

Valencia, lugar de sol, playa y fuegos artificiales: es la tercera ciudad de España, y una verdadera joya para los amantes de la dieta mediterránea, historia y arquitectura tanto clásica como moderna. Con un clima templado a orillas del mediterráneo, su llana orografía la hace idónea para pasar 3 ó 4 días a pedales, entre el núcleo urbano y la huerta o la playa, ambas muy cercanas.

Fundada en el 138 A.C., puede que la relaciones con unos de los platos estrella de la gastronomía española, la paella, original de esta región, pese a que de gastronomía local hablaremos en otro artículo.

¿Estás considerando visitar Valencia? ¿Ya has estado pero quieres conocerla mejor? Si sigues leyendo, te compartiré una lista de paradas esenciales para aprovecharla al máximo.

Pasear por los Jardines del Turia

Donde durante siglos cruzó por Valencia el río Turia, hasta que un temporal de lluvia terrible causó su desbordamiento en el año 1957 (episodio conocido localmente como la riuà, que se llevó la vida de al menos 80 personas). Aún recuerdo algunas historias de aquel día, según lo que contaba mi abuelo Paco, que acudió a ayudar en labores de evacuación.

Fotografía por José Cabrelles Sigüenza. Archivo histórico municipal de Valencia. Ayuntamiento de Valencia.

Entonces, se decidió modificar el curso del río (que ahora pasa por la zona sur de la ciudad) y el cauce se habilitó como parque, creando un auténtico pulmón que cruza la ciudad siendo una muestra magnífica de como el urbanismo puede adaptar infraestructuras existentes ante fenómenos meteorológicos extremos. Se trata, de hecho, del jardín urbano más grande de Europa, con más de 1,3 millones de m2 de superficie.

Hoy en día contiene varias pistas para pasear, correr o pedalear, así como terrazas, explanadas, parques (como el Gulliver, muy entretenido para los más pequeños) o estanques. El Palau de la Música, con varios auditorios para conciertos y representaciones, se ubica también junto al mismo cauce, a la altura de la Avenida de Aragón, cerca del centro. Imprescindible recorrer un tramo entre los más de 8 km de su longitud.

Valencia antigua: Ciutat Vella y barrio del Carmen

Valencia, desde el cielo. La ciudad antigua queda distinguida por la zona urbanísticamente nada homogénea.

Valencia vive su época dorada entre los Siglos XIV y XVI. Fue una etapa económica, política y cultural muy representativa, en la que la ciudad se convirtió en un gran centro comercial, especialmente en lo referente al comercio de la seda. Durante aquella época, Valencia quedaba delimitada por una gran muralla medieval. Esa zona es lo que se conoce hoy como Ciutat Vella.

Así, este casco histórico, queda delimitado por el viejo cauce y la antigua muralla medieval, de la que quedan unos pocos trozos tras su derribo en el S. XIX. Actualmente, contiene las principales áreas de cultura, gastronomía y servicios, albergando varios de los museos (incluyendo el Instituto Valenciano de Arte Moderno – IVAM – o el Museo Valenciano de Ilustración y Modernidad – MUVIM – imprescindibles para los amantes del arte), bibliotecas, teatros, iglesias y comercios clásicos de la ciudad.

Una de las entradas al casco antiguo o Ciutat Vella, queda marcada por las torres de Serranos. Son, junto a las torres de Quart, una de las dos puertas fortificadas de la ciudad y edificio destacado de la Valencia Medieval, ya que se construyeron a finales del Siglo XIV. Se puede subir gratis a la azotea y constituye uno de los edificios más representativos de la ciudad. Tanto es así que desde hace bastante tiempo aquí se celebra el acto de inauguración de las Fallas: la Crida (aquí tuvo lugar el famoso “Caloret Faller” de la carismática alcaldesa Rita Barberà en su edición de 2015), o su elección como escenario artístico del fotógrafo Spencer Tunick en 2019, conocido mundialmente por tomar fotografías de mucha gente sin ropa en entornos emblemáticos.

«València, pell del mediterrani» Intervención fotográfica de Spencer Tunick junto a las torres de Serranos en 2019. Spencer Tunick.

Pasando por debajo de las torres de Serranos, podemos caminar hacia la plaza de la Virgen, y desde allí pasear por la calle Caballeros hasta plaza del Tossal, pasando junto al Palacio de la Generalitat y recorriendo calles que mantienen un aire a medievo, que combinadas con el moderno arte urbano del barrio del Carmen producen uno de estos bocados dulces y salados a la vez que nos dan ganas de probar más.

Palau de la Generalitat, con iluminación navideña.

Si recorréis la calle Caballeros hasta el final, llegareis a las torres de Quart, la otra entrada que queda en pie. Por esta zona, donde existen muchas de terrazas y recovecos donde pararse a pegar un bocado y hasta algún palacete oculto, podéis intentar encontrar unas señales en las fachadas, que indican la altura a la que llegó el agua en la riuà de 1957.

Volviendo a la plaza de la Virgen, pueden visitarse los restos de la Valencia romana, la Almoina, unas ruinas subterráneas que marcan los inicios de la ciudad, fundada por los romanos allá por el S. II AC como Valentia Edetanorum. Los restos se descubrieron en 1985, durante unas excavaciones para ampliar la vecina Basílica, y tras más de 20 años de excavaciones, estudios y obras, abrió al público como museo en 2007.

Plaza de la Virgen.

En la misma plaza puede visitarse la Basílica, y recorrer el estrecho pasadizo que bordea la Catedral y nos lleva a la bulliciosa plaza de la Reina. La Catedral es un edificio impresionante, que merece totalmente la pena visitar. Finalizada en el S. XV sobre una antigua Mezquita de la época musulmana que antes había sido Catedral visigoda, tiene un estilo eminentemente gótico con toques renacentistas y barrocos, entre otros, ya que su construcción se prolongó durante al menos dos Siglos.

Es un edificio con tres naves donde se guarda el que para la Iglesia Católica es el auténtico Grial o Santo Cáliz, empleado por Jesús y los apóstoles durante la Última Cena y que se puede ver tras una vitrina. Otra singularidad es su Campanario, el Micalet (Miguelete), ubicada junto a la Puerta Principal o de los Hierros. La subida es un ejercicio estupendo, ya que, tras más de 200 escalones en una escalera de caracol, llegaremos a un punto a 51 metros desde donde se pueden contemplar además de la Ciutat Vella, otras grandes áreas y edificios singulares de esta ciudad.

Al bajar, si vais bien de tiempo, podéis disfrutar de una auténtica horchata con fartons en la Horchatería de Santa Catalina, uno de los negocios más antiguos (por dentro, tiene una característica decoración de época) que sirve otra de las joyas gastronómicas de esta región.

Lonja de la Seda y Mercado Central

A unos 300 metros al oeste de la plaza de la Reina, nos encontramos con otras dos visitas imprescindibles de la Ciutat Vella: el Mercado Central y la Lonja de la Seda, edificios que se encuentran uno frente al otro.

El edificio del Mercado Central (1928, de estilo modernista), cuenta con una impresionante fachada principal y presenta una combinación de metal, cúpulas, vidrio, columnas y cerámica que crea un punto de compra, venta y encuentros muy especial. Dentro, dominan los tonos claros y podemos encontrar comida y productos locales de todo tipo (y en general, de bastante calidad), repartidos entre sus más de 8.000 m2.

Mercado Central de Valencia.

Justo frente al mercado se alza la majestuosa Lonja de la Seda, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996, es una de las grandes obras del gótico civil valenciano. Se finalizó en 1483, y fue un centro de comercio durante la Edad Media, especialmente durante el ya mencionado Siglo de Oro valenciano, etapa de gran desarrollo socioeconómico.

Ya os debería sonar, que recibiera el nombre de “la seda”: este tejido fue, entre los Siglos XIV y XVIII, una de las industrias más importantes de la ciudad. El edificio cuenta con distintos niveles y estancias, destacando la sala de contratación (la estancia principal), con sus ocho columnas exentas.

Plaza del Ayuntamiento

Siguiendo desde la Lonja de la Seda en dirección sureste, bajando por la Avenida María Cristina, llegaremos al cruce con la calle San Vicente y la plaza del Ayuntamiento. A nuestra izquierda, quedará la calle La Paz, una zona comercial y turística muy activa que lleva a la Plaza de La Virgen por la que paseamos hace un rato. Merece la pena recorrerla y quizás explorar una de sus salientes, buscando la plaza redonda.

Desde allí, podemos volver y pasear por la Plaza del Ayuntamiento, ya peatonal en su práctica totalidad, y contemplar tanto el edificio consistorial (declarado Bien de Interés Cultural en 1962), de estilos Neoclásicos y Neobarroco, con sus últimas remodelaciones en 1930. En la acera opuesta, se ubica el Edificio de Correos, inaugurado en 1923 y de estilo modernista. Su monumentalidad refleja el impulso que se le quiso dar en aquella época a los servicios de comunicaciones postales y telegráficas.

Fachada principal del Ayto. de Valencia.

A unos 400 metros al Sur, nos encontraremos con la Estación del Norte y la Plaza de Toros, en pleno centro de la Ciudad. Pese a empezar sus operaciones en 1852 para comunicar el centro de Valencia con el Grao, el edificio actual no se inauguró hasta 1917 (las obras comenzaron una década antes). La construcción actual tiene un estilo modernista, con una impresionante fachada que traza las tres naves de la estación, adornada con motivos vegetales: naranja y flores de azahar, un homenaje a la agricultura valenciana.

Desde aquí, podremos enfilar hacia los jardines del Turia de nuevo, bien por la calle Colón (la milla de oro valenciana) o por la paralela Gran Vía Marqués del Turia, para realizar nuestra última parada en la Valencia Moderna.

La Valencia contemporánea

Al este del centro, siguiendo por el antiguo cauce, llegaremos a la Ciutat de les Arts i les Ciències, complejo cultural y turístico diseñado por los arquitectos Santiago Calatrava y Félix Candela.

Con una arquitectura ciertamente futurista, el complejo incluye L’Umbracle, el museo de las ciencias Príncipe Felipe, El Océanográfico, el Palacio de las Artes Reina Sofía, el Ágora y dos puentes (Assut de l’Or y Monteolivete).

Puede darse un paseo agradable por el exterior y contemplar la peculiar arquitectura (escenario de rodajes de películas y series como Tomorrowland, Bill & Ted Face the Music o Westworld) – a menudo hay exposiciones fotográficas o esculturas por el recinto – o bien visitar una o varios de las distintas atracciones, ya que hay entradas de varios tipos.

Vistas a la Valencia contemporánea.

Y hasta aquí, la lista de paradas principales del centro de la ciudad. Ah, casi se me olvida comentar, lo barato de estas visitas: si no gratuitas, la entrada a la mayoría de estos lugares os costará entre 2 y 4 € (salvo en la Valencia moderna).

¿Conocías Valencia? ¿Te ha gustado? Echas en falta alguna otra atracción? ¿Te invito a dejar un comentario.

Cine (I): grandes películas de los 50 y 60

Hace un tiempo, un amigo y yo andábamos comentando películas clásicas de cine. Diciéndome que no le llamaban la atención las películas antiguas, y que lo más antiguo que veía era como mucho de los noventa, acordé en hacer una lista de películas clásicas que recomendar a él y otros en una situación similar. Así que, aquí van 12 recomendaciones de cine clásico, de las décadas 50 y 60, que sin duda merecen la pena, para cualquiera que tenga interés en el cine:

Los Siete Samuráis (Seven Samurai, 1954) – Película nipona de acción épica y una de las obras más representativas de su director, Akira Kurosawa. Situada en el Japón rural del S. XVI, la acción transcurre en un poblado de campesinos que, hartos de sufrir saqueos por una banda de malhechores, deciden buscar la ayuda de guerreros samuráis. Al final encuentran a 7, muy pobres pero que, por honor y por el bien, acuerdan defender el poblado. La película recibió excelentes críticas y ha sido adaptada en varios formatos, principalmente como western (Los Siete Magníficos).

Planeta Prohibido (Forbidden Planet, 1956) – Película de ciencia ficción (para algunos, precursora de la vertiente contemporánea del género, que llegó más de una década después), dirigida por Fred Wilcox y protagonizada por Anne Francis y Leslie Nielsen (en su segunda película, posteriormente alcanzaría fama mundial gracias a sus papeles cómicos). Nos situamos en el S. XXIII, en un lejano planeta prácticamente deshabitado al que una nave ha sido destinada para esclarecer que ocurrió con una expedición 20 años atrás. Está inspirada en la obra La Tempestad, de Shakespeare, y fue pionera en varios aspectos: primera película en transcurrir íntegramente en otro planeta interestelar, o en la que se presentaba el concepto de viajes espaciales a una velocidad mayor a la de la luz, por ello lo de precursora del género.

Testigo de Cargo (Witness for the prosecution, 1957) – Adaptación de la obra homónima escrita por Agatha Christie y dirigida por Billy Wilder. Se trata de un drama judicial inglés, en el que Leonard Vole (interpretado por Tyrone Power) es acusado de acabar con la vida de una adinerada anciana con la que había establecido una especial relación. Tan especial, que le anciana le nombró principal beneficiario en su testamento. Excelente interpretación de Marlene Dietrich como la señora Vole. La cinta recibió 6 nominaciones (incluyendo Mejor Película y Mejor Director) en la 30a edición de los premios Oscar.

12 Hombres Sin Piedad (Twelve Angry Men, 1957) – Otro drama judicial, del mismo año, también adaptado de una obra literaria. En este caso, Henry Fonda protagoniza la cinta en la que un joven es acusado de asesinato bajo duda razonable. Esa situación lleva al jurado, compuesto por 12 hombres, a debatir sobre sus propias creencias y morales. La película es un claro ejemplo de la toma de decisiones por consentimiento. De nuevo, recibió 3 nominaciones a los Oscar (incluyendo Mejor Película y Mejor Director), aunque ese año fue El Puente sobre el Río Kwai la que terminó arrasando con 7 estatuillas.

El Séptimo Sello (The Seventh Seal, 1957) – Clásico drama alegórico y una de las piezas clave del director sueco Ingmar Bergman. Max von Sidow da vida a Antonius Block, caballero recién llegado de combatir en las cruzadas durante una década a su Suecia natal (donde la Peste Negra campa a sus anchas), y mientras la transita establece una partida de ajedrez con la Muerte, que ha venido a llevárselo. La película plantea, a parte de la muerte, temas como el destino, la redención, la fe o la belleza del arte, entre otros.

Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot, 1959) – Otra obra de Billy Wilder, comedia de aventuras protagonizada por Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemon. Ambientada en los Estados Unidos durante la Ley Seca, los dos hombres presencian en Chicago, sin querer, la matanza del día de San Valentín de 1929. Necesitando abandonar la ciudad para escapar de la mafia, aceptan unirse a una banda de jazz formada únicamente por mujeres, para lo que se tendrán que travestir. Marilyn Monroe interpreta a Sugar, cantante en la banda, quien se amista con ambas y comienza la aventura. Recibió 6 nominaciones a los Oscar, ganando el de Mejor Diseño de Vestuario.

El apartamento (The Apartment, 1960) – Genial comedia romántica, con tintes dramáticos, protagonizada por Jack Lemon y Shirley MacLaine, dirigida también por Billy Wilder, maestro de las comedias de la época. Calvin Clifford «Bud» Baxter es un solitario trabajador de oficina, en un rascacielos de Nueva York. Queriendo ascender en la compañía y estando soltero, accede a prestar su apartamento a algunos de sus colegas y superiores, que lo emplean para sus citas extramaritales. Bud se fija en Fran, ascensorista de su edificio con la que saluda a diario, y a partir de ahí se da una serie de situaciones. El apartamento recibió 10 nominaciones a los Oscar, ganando 5 (entre ellos, Mejor Película y Mejor Director).

Matar a un ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1962) – Otra adaptación literaria, esta vez de la novela de 1960 escrita por Harper Lee. La película nos lleva a 1930, en Maycomb (pueblo ficticio), Alabama. Aquí, el abogado Atticus Finch decide defender a un hombre negro, acusado de violación contra una mujer blanca. La mayoría de la población prefiere linchar al acusado, en lugar de garantizarle un juicio justo, lo que provoca una situación de extrema tensión. La cinta recibió 8 nominaciones a los Oscar, ganando 3.

El mundo está loco, loco, loco, loco (It’s a Mad, Mad, Mad, Mad World, 1963) – Comedia de persecución dirigida por Stephen Kramer que cuenta con un amplio reparto de artistas de la época, liderado por Spencer Tracy. La película narra una chiflada carrera entre distintos grupos de personas, en búsqueda de un botín (dinero en efectivo) enterrado en algún punto de la Costa Oeste de Estados Unidos. Recibió 6 nominaciones a los Oscar, ganando el premio a Mejores efectos de sonido.

Los pájaros (The Birds, 1963) – Una de las obras más icónicas de Alfred Hitchcock, pese a que cuenta con varias. Los pájaros es un singular thriller que nos presenta una serie de inexplicables ataques de aves a personas, en un pueblo costero de California. El escenario, efectos de sonido, ritmo, excelente interpretación por parte de Tippi Hedren y la siniestra presencia de los pájaros, hará que los espectadores se agarren fuerte al asiento, almohada o pierna del/la acompañante bajo una continua sensación de calma tensa.

El Graduado (The Graduate, 1967) – Comedia dramática dirigida por Mike Nichols, en la que un jovencísimo Dustin Hoffman interpreta a Benjamin, un estudiante recién graduado de la Universidad que vuelve a casa de sus padres una temporada para esclarecer sus prioridades en la vida. Allí, el matrimonio Robinson, vecinos desde siempre, se interesa por su situación. La Sra. Robinson (Anne Bancroft) quiere acostarse con él, pero Benjamin ha puesto sus ojos en su hija Elaine (Katharine Ross), lo que da pie a un terrible triángulo amoroso. Está basada en la obra homónima de Charles Webb, recibió 7 nominaciones a los Oscar, ganando el de Mejor Director. La película cuenta con una memorable banda sonora, de la mano de Simon & Garfunkel.

2001: Una Odisea en el Espacio (2001: A Space Odissey, 1968) – Popularísima película de ciencia ficción dirigida por Stanley Kubrick, en uno de sus filmes más destacados. La película transcurre en varias ubicaciones y distintos espacios temporales, principalmente siguiendo la travesía de una nave espacial a Júpiter, para investigar el hallazgo de un insólito monolito. Entre muchos aspectos por la que fue pionera, destacan los efectos especiales para aquella época, la representación de los viajes espaciales, y las escenas carentes de diálogo pero acompañadas por distintas obras de música clásica. Ganó la estatuilla a Mejores efectos visuales y explora temas como la evolución humana, la inteligencia artificial o los avances tecnológicos, entre otros. Clásico de culto que ha contado con reestrenos a lo largo de 4 décadas.

Extra

El Tercer Hombre (The Third Man, 1949) – Pertenece a la década de los 40, así que hacemos una excepción con ella. Es un thiller noir británico que transcurre en Viena tras la 2ª Guerra Mundial. Holly Martins (Joseph Cotten), escritor de novelas, llega a una Viena aún dividida tras la Guerra para atender la llamada de su amigo Harry (Orson Welles). A su llegada, Holly se sorprende al conocer que Harry ha muerto en extrañas circunstancias, por lo que Holly comienza una investigación llena de sospechas y contradicciones. El oscuro ambiente de las calles, la tensión, su aclamado tema principal por Anton Karas y el excelente guion, escrito por Graham Greene, hacen de esta una película muy especial. Recibió 3 nominaciones a los Oscar, ganando el premio a Mejor cinematografía.

Y hasta aquí las recomendaciones cinematográficas de los 50 y 60. En próximas entradas, repasaremos otras películas representativas de las siguientes décadas. No os olvideis de comentar, si añadiríais otras películas a la lista, y preparad un buen cuenco con palomitas cuando vayáis a verlas.

Escandinavia a bocados (IV): el Hákarl islandés

El Hákarl es carne de tiburón fermentada, uno de los alimentos nacionales de Islandia. Consiste principalmente de tiburón de Groenlandia, cuya carne, sin estar debidamente preparada, es tóxica. Eso ya puede darnos una idea del estómago que tienen los islandeses.

El Hákarl está a la venta en Islandia y puntualmente, en otras zonas de Escandinavia. Suele consumirse como una parte del þorramatur, una variedad de comidas típicas Islandesas que se consumen en celebraciones especiales e incluye, entre otros, harðfiskur (el tørfisk islandés) y una cabeza de cabra.

La toxicidad de su carne se debe al alto contenido en urea y óxido de trimetilamina. Así que, antes de que lo podamos ingerir, pasa por un largo proceso de curación para eliminar el ácido úrico de la carne. Tan fuerte es su olor, que antiguamente, los rudos vikingos islandeses enterraban su carne durante varios meses, en agujeros en el suelo (hoy se hace en recipientes especiales) alejados de zonas pobladas. Después de esta primera fase, pasa a una cabina o zona de aireación donde continúa su curado. El proceso puede durar, en total, hasta siete meses.

Proceso de secado en cabina aireada. Wikimedia commons.

El Hákarl viene troceado en cubitos de 1 cm de lado, de tonos blanquecinos y marrones, en cajas de no más de 100 gramos. Es un producto ultracongelado, y conviene que así lo guardemos. De cualquier otra manera, su fortísimo olor invadirá completamente la nevera.

La forma de comer es sencilla: se sacan uno o dos trozos del congelador, se guarda el resto, y lo masticas, pudiendo regar la faena con schnapps o aguardiente islandés: Brennivín.

Tiene una textura cruda y gelatinosa, y un olor a amoníaco muy, muy fuerte debido al ácido úrico contenido en el tiburón. En cuanto al sabor, es como un pescado neutro medio (algunos lo describen como a queso fuerte, aunque yo no lo he percibido así), lo que me ha resultado imposible es ignorar un toque de sabor a orina. Lo he intentado probar varias veces y de verdad, no he podido acabarme ni un trozo. Puede que, tras una botella entera de Brennivín, lo hubiera conseguido. Bromas aparte, se trata de estos alimentos que o bien has crecido con ellos, o va a costar mucho acostumbrarse y cogerle el gusto.

En fin, a diferencia del Surströmming, este combate lo ha ganado el país escandinavo. Donde esté una buena tostada con aceite de oliva…

Los peligros de Tinder y la mercantilización del amor

Estaba sentado solo, tomándome una cerveza en una terraza en el centro de Málaga a finales de verano, cuando me detuve en la conversación que estaban teniendo tres chicos en la mesa de al lado. Por el tono, ritmo, y lenguaje corporal de la misma estaba claro que había un líder y dos gregarios. Como en muchas de las conversaciones que pueden darse entre tres chicos, estaban hablando sobre sus interacciones con el sexo opuesto. El líder estaba relatando como había tenido dos citas la semana pasada, y tenía otra a principios de la semana siguiente, todas, con tres chicas diferentes a través de una app de citas. Uno de sus amigos le preguntaba: ¿pero entonces, vas a repetir con la que te ha dicho que estaba empezando a ver a otro? El alfa contestó: pues no lo sé todavía, que esa es la del martes y aún tengo que ver si me gusta.

Y me puse a pensar en cómo estas aplicaciones han cambiado las formas de ligar y relacionarnos amorosamente por completo, de una forma que creo puede llegar a ser muy insana a nivel global. En mi caso, llevo más de 10 años estudiando las relaciones humanas y, en periodos de soltería, naturalmente que he intentado ligar (con más o menos éxito) y relacionarme con el sexo opuesto, como cualquier hijo de vecino.

Así funciona tinder. Beata Zawrzel/NurPhoto via Getty Images

Recuerdo incluso una temporada en la que le dediqué bastante esfuerzo al asunto, comprándome el interesante libro de Leil Lowndes: “How to make anyone fall in love with you”, válido no solo para conocer técnicas para el romance, sino como manual de herramientas para hablar mejor en público, y otros recursos para una mejor comunicación afectiva. Todavía lo guardo en mi estantería y en ocasiones reviso alguna sección.

Ahora, hace unos meses leí que Tinder cumplió 10 años en 2022, y por mi interés en estas cuestiones, así como en las nuevas tecnologías, me sumergí en el tema. Es cierto: las aplicaciones de citas han cambiado radicalmente tanto el proceso de ligar como las relaciones amorosas, de una forma super disruptiva y en muy poco tiempo. Cuando se estudie sociología dentro de 100 años, estoy convencido que habrá un claro antes y un después de Tinder en cuanto a relaciones se refiere.

Ojo, conozco parejas sanas, (algunas incluso, felizmente casadas) gracias a varias aplicaciones de citas, y yo mismo las gasté activamente en algún momento, aunque hace más de un lustro de aquello. Acabé desinstalándolas porque por mi manera de ser prefiero ligar en persona: me genera muchas más emociones y me supone un mayor reto, que hacerlo a través de una pantalla. Esto último me parece más monótono, menos orgánico.

Con esto quiero expresar que no las considero terribles porque sí, pero de lo que estoy convencido es que su uso abusivo y generalizado puede traernos consecuencias gravísimas a nivel sociológico. Entiendo que pueden ser útiles para personas en una situación que les dificulta conocer gente nueva, o personas que no tienen tiempo para ello, etcétera. Lo realmente preocupante es, a mi parecer, que se generalice su uso entre personas jóvenes (por ejemplo, menores de 35) como forma casi exclusiva para ligar. Y que se normalice la conversación de los chicos de Málaga (que también la he escuchado entre chicas de Copenhague) hará, con una alta probabilidad, que entremos en una crisis de valores afectivos y relacionales.

A partir de aquí, detallo tres puntos peligrosos e interrelacionados, que el uso generalizado de las aplicaciones de citas puede traernos:

Mercantilización de las citas. Tinder fomenta la cantidad, y no la calidad. Antes, estábamos acostumbrados a hablar con una o dos personas, en el bar, el gimnasio, la panadería o lo que sea. Ahora, podemos chatear con decenas al mismo tiempo. Hemos aplicado economías de escala al romance: a menor esfuerzo, podemos obtener mayor beneficio. Con deslizar nuestro dedo a la derecha, chateamos con esas que nos han juzgado como atractivas gracias a tres o cuatro fotos y una descripción de 20 palabras. En el/los chats (depende de lo atractivo/a que la aplicación nos considere, pueden ser muchos), dependiendo de lo ingeniosos que puedan llegar a escribir, por norma general, los chicos, se terminará o bien con una cita (que, en muchos casos, al perder la espontaneidad, pueden parecer interrogatorios estructurados) o con el popular ghosting, una forma para nada empática de cortar lazos con una persona. Una persona me contó, como se organizaba las primeras citas de Tinder (con personas distintas): siempre, en el mismo bar cerca de su casa, casi en la misma mesa, y con la misma serie de preguntas. La cita como cadena de montaje.

Resulta peligroso, en el aspecto que puede banalizar las interacciones humanas. Puede crear conexiones superficiales, y sí, una gran parte de ellas, carecen del autoconocimiento propio y del de la otra persona, que al fin y al cabo es la base de una relación sana. Ese conocimiento, por mucho que nos pese en la era de la inmediatez, lleva tiempo y esfuerzo. El tener a nuestro alcance un alto número de citas nos puede malacostumbrar a desistir ante cualquier signo de dificultad. Probablemente tenga que ver, también, con la creciente pérdida de capacidad de atención de las personas, al tener a nuestro alcance miles de opciones para distraernos. Por mi experiencia (no solo personal, sino de mi entorno) muchas de las relaciones que considero exitosas pasaron por algún momento de duda: por ejemplo, empezar una relación o pasar una larga temporada a distancia, estar en una relación con problemas y conocer a alguien de quien te acabas enamorando, empezar una relación amorosa con alguien de tu trabajo, que una de las personas enamoradas esté sin trabajo, y así otras. Ahora, al mínimo signo de dificultad, tenemos el poder de dejarlo y tener otra cita al día siguiente.

El punto en el que nos embarcamos en una relación suele llegar cuando nos hemos visto varias veces, nos gusta, y hemos compartido experiencias personales. Con el compromiso llega también la aceptación de ciertas vulnerabilidades y la expresión de los sentimientos. Y resulta que cuando las cosas se ponen serias, es tan fácil dejarlo, abrir otro chat y comenzar a enviar mensajitos al resto de nuestro banquillo de suplentes, lo que, para muchas personas es parece un verdadero chollo. Hay hasta una explicación química: un match hace que nuestro cerebro libere un pico de dopamina, aunque éste placer durará poco.

Lo comparo al síndrome de la eterna búsqueda en Netflix (cuando nos tiramos más de 20 minutos buscando la película perfecta) porque igual que buscamos una película con comedia, pero escenas de acción, y por supuesto algo de romance y quizás un giro trágico; queremos también una chica rubia, pero no mucho; alta, pero que tampoco nos saque una cabeza; que lleve gafas, pero que le queden bien claro; que tenga sentido del humor, pero también un punto temperamental; con un plan de vida claro, pero con ese punto de locura puntual que tanto nos atrae…pues eso, la eterna búsqueda de algo que no existe (aplicable también a cualquier chico). Así, podemos pasamos cita tras cita descartando productos, de manera, por lo general fría (ojo, en ocasiones tras pasar varios meses conociendo a la persona y estableciendo un vínculo íntimo) y probablemente sin tener en cuenta la responsabilidad afectiva: borrón y cuenta nueva, porque mi satisfacción instantánea y personal están garantizadas. Bienvenidos a la mercantilización de las relaciones: si no le gusta el acabado de su producto, se lo cambiamos por otro totalmente nuevo.

Por favor, quisiera cambiar mi compra.

Puede dinamitar la correcta gestión de las emociones. Relacionada con el punto anterior. Si antes mencionaba la facilidad de comenzar una interacción a través de la app, ahora comenzamos con la facilidad de cerrar otra interacción a través de la misma. Un simple “unmatch”, y la desaparición o bloqueo de la otra persona de nuestras redes sociales (el ya mencionado ghosting), y esa persona con la que no teníamos a nadie en común desaparecerá totalmente de nuestras vidas. Así de sencillo.

Se ha de puntualizar, que cualquiera debe tener el derecho a abandonar una relación en el momento que ya no le aporte lo que andaba buscando, pero hacerlo unilateralmente y sin dar explicación alguna, puede dejar muy tocada a la contraparte. Aquí entran las emociones, y no son baladí.

Nunca es plato de buen gusto romper con alguien, o que rompan contigo. Sin embargo, hacerlo de manera en la que expliquemos nuestro punto de vista, escuchemos a la otra persona, y se decida abandonar la relación es algo que, a nivel de carácter y gestión de emociones, nos nutrirá, incluso aunque en el momento de la ruptura pensemos que el universo ha sido cruel e injusto con nosotros. Claro que no es agradable, y en las relaciones “convencionales” (aquellas surgidas previas a las apps), es habitual tener amistades o entornos en común, lo que nos ponía la dificultad añadida de gestionar la situación de coexistir con la otra persona en algunos círculos. Aunque duela al principio, estas situaciones pueden aportar madurez y otras cualidades que nos vendrán bien en otros aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, desaparecer por completo, aparte de dejar a la otra persona con un “¿por qué?” que puede llegar a ser muy confuso y doloroso, puede además corromper los propios sentimientos de la persona que ghostea.

Profundizando, el abuso de estas apps, en general, favorece actitudes individualistas (la idea falsa que una persona tiene valor en función de su número de matches, o la simple pero no menos preocupante selfilización de nuestras vidas), que llevan al narcisismo. Esto puede causar, si esas personas tienen varias citas con personas distintas, en un mismo intervalo de tiempo, en problemas mayores. La situación puede desembocar en el empleo, de forma continuada y ventajista, de otras personas para un uso afectivo o sexual en el corto plazo y la desaparición tras ese uso. Si nos acostumbramos a hacerlo, es lógico pensar que eventualmente no sentiremos ninguna responsabilidad, compromiso o culpa por los sentimientos que podamos generar a la otra persona. Y eso es, en parte, son rasgos de psicopatía. En absoluto estoy diciendo con ello, que todo el mundo con “éxito” en Tinder sea psicópata, pero sí que es un caldo de cultivo apropiado para que adopten algunas de sus características.

Espejito, espejito ¿quién es la más bella en todo el mundo? Walt Disney Productions.

Existen también, situaciones y emociones que nos generan miedo, alegría o nerviosismo. Como, por ejemplo, cuando no sabemos que decirle a esa persona que nos gusta cuando la tenemos delante. Queremos hablar con ella y pedirle una cita, pero no sabemos cómo. Personalmente, es algo que hace años me costaba mucho y con el tiempo aprendí a dominar, ganando en espontaneidad y control de mis nervios, aptitudes útiles también en otros aspectos.

Por tanto, si nos acostumbramos a ligar exclusivamente a través de apps de citas, corremos el riesgo de perder algunas de las emociones y situaciones que nos hacen personas más empáticas y gozar de cierta autoconciencia, control de nuestros nervios, y otras cuestiones relaciones. Y esto nos lleva al siguiente tema.

Los que aprendieron a ligar en los bares, pueden sentirse como Chaplin en Tiempos Modernos. United Artists.

Puede atrofiar la empatía, la comunicación personal y la espontaneidad. De nuevo, relacionado con las anteriores y también con el uso generalizado de aplicaciones de mensajería, más allá de las apps de citas.

Cada vez conozco más personas con personalidades, hábitos y costumbres distintas que tienen algo en común: se expresan mucho más libremente a través de una pantalla, que en persona o por teléfono, es más, en estos casos se muestran claramente incómodas y pueden llegar a bloquearse. Como predijo E.M. Forster en su corta historia “The Machine Stops” (1909), un efecto negativo que tiene el uso mayoritario de la tecnología para la comunicación es la alienación de una parte de la sociedad.

He conocido casos también, de dos personas que se conocían y hasta que no hicieron match en Tinder no se habían considerado el uno al otro como potencialmente compatibles para salir juntas. En cierto modo, puede preocupar: nuestra boca y cerebro deberían tener más poder de comunicación que una app. Aquí es inevitable enlazar con el punto anterior, relacionando la falta de comunicación quizás con el miedo al rechazo y la muestra de vulnerabilidades. Este miedo es reconocido, pero, con práctica, puede conquistarse, y la sensación de paz y sosiego interior una vez lo consigues es sencillamente brutal.

Conozco a personas (nativas a estas apps) que nunca han vivido el proceso natural de la interacción personal para el romance y conocieron a todas sus parejas vía móvil. El efecto que puede tener esto a la larga, es que nuestra capacidad para la espontaneidad puede verse muy perjudicada, así como la comunicación personal.

La solución para esto, es bien difícil. De nuevo, una mayor formación, en edad temprana, sobre comunicación personal y afectiva nos vendría muy bien, de manera que nos permita acercarnos, en términos sociológicos, al ritmo de irrupción que han tenido las nuevas aplicaciones de mensajería en nuestras vidas. Tal como la veo ahora mismo, el problema reside en la comodidad… ¿Por qué hablar si puedo chatear?

Y hasta aquí, los principales peligros que le veo a la rápida aceptación de las citas digitales y su uso abusivo. Como en la rapidísima irrupción digital tras la creación de internet, los seres humanos no hemos tenido el tiempo de prepararnos suficientemente para adoptar patrones de uso responsable de las mismas (y esto se extiende a otras plataformas, mayoritariamente las redes sociales de distintos tipos). No es cuestión de defenestrar su uso ni mucho menos, estas apps han venido al mundo para quedarse, pero sí deberíamos abogar por un uso consciente de las mismas, y por supuesto por una mayor formación sobre las relaciones personales y afectivas, que sin duda hacen más falta hoy que nunca.

Cabe recordar también, que Tinder está diseñada para engancharnos, que pasemos tiempo usándola, y no para que la usemos una vez y la desinstalemos. Lo que el fabricante pretende es que la usemos como un juego, al que dedicar tiempo cuando estamos aburridos. Su idea innovadora reside en el hecho de considerar “interesante” a una persona a través de 4 fotos y una breve descripción. Como punto añadido, falta información a nivel general sobre el funcionamiento de su algoritmo, y otras características como sus planes de pago: siendo chico, ¿si pago más tendré acceso a más citas?, Tinder plus, premium, platino… ¿Significa esto que aceptamos valorar a los usuarios como parejas potenciales de primera, segunda o tercera categoría? Son consideraciones que deberíamos al menos, cuestionarnos, y tomar con extrema precaución.

Si has llegado hasta aquí, ¡gracias! Espero que el artículo te haya resultado interesante y eres bienvenida/o a dejar un comentario. Como nota, el artículo está escrito desde el punto de vista de la búsqueda de pareja monógama, y he empleado el nombre de una aplicación en particular por ser la más sencilla y la más conocida, pero obviamente existen muchas otras con distintas funcionalidades.

10 cosas muy danesas (II)

Si estás leyendo esto, conviene que hayas leído las primeras 10 cosas muy danesas. No te preocupes, si pinchas en este enlace puedes leerlas. A partir de aquí, otras 10:

11. La puntualidad

Generalmente, la población danesa le da mucha importancia a la puntualidad. Si hay una reunión o encuentro a una hora acordada: no existe eso de, “ya nos veremos a eso de las 5” o “avísame cuando vayas a salir y así me preparo”, comunes en países como España. Existe un gran respeto por el tiempo de las personas y a nadie le gusta esperar. Tanto es así, que en caso de ver que vas a llegar unos minutos tarde, se avisa con tiempo a la persona a la que se va a hacer esperar.

Que una reunión de trabajo, quedada con amistades, rueda de prensa, o cualquier tipo de evento, se retrase sin previo aviso más de unos pocos minutos, es algo inaudito y está bastante mal visto.

12. Novo Nordisk

Empresa multinacional cuya actividad principal es la fabricación y comercialización de insulina para personas de con diabetes – a lo que dedica el 85% de su negocio – proporcionando más del 40% de la insulina que se consume en nuestro planeta.

La empresa fue fundada en 1923 por el matrimonio formado por August (premio nobel de medicina) y Marie Krogh, médica que padecía diabetes del tipo 2. La insulina fue descubierta en 1921 y en 1923 la empezaron a comercializar en Dinamarca bajo la empresa Nordisk Insulinlaboratorium. En 1925, dos trabajadores de Nordisk, los hermanos Pedersen, formaron su propia empresa, Novo Terapeutisk Laboratorium. Ambas empresas se unieron en 1989.

Hoy en día Novo Nordisk emplea a más de 48.000 profesionales en al menos 12 países distintos y tiene una alta presencia en el panorama social del país patrocinando eventos, programas formativos, seminarios y hasta un equipo ciclista.

13. Nochevieja: el discurso de la Reina y Same procedure as every year.

La Reina Margarita II, instantes antes de su discurso de año nuevo de 2017. Kongehuset.

Dinamarca es una monarquía parlamentaria, por lo que la Casa Real tiene bastante relevancia en la cultura y sociedad del país. Así, cada 31 de diciembre a las 6 de la tarde, las cadenas DR1 y TV2 sintonizan con el palacio Real de Amalienborg para escuchar el discurso de año nuevo de la Reina Margrethe II. Tal es su importancia que en los principales bares y pubs bajaran la música en ese momento para que se escuche, y si tienes la suerte de celebrar la nochevieja en un hogar danés es muy probable que la gente pause lo que esté haciendo para escuchar el discurso y comentarlo después. Sin tener poder político, una buena parte de la ciudadanía quiere conocer su punto de vista acerca de hacia dónde ha de progresar el país.

Otro clásico de la programación televisiva de año nuevo es el sketch en inglés de “Dinner for One” (Cena para una), popularmente conocido por su repetida frase: “Same procedure as every year” (mismo procedimiento que cada año). Se trata de un sketch cómico grabado en 1962 por la Norddeutscher Rundfunk (televisión y radio públicas del norte de Alemania), que dura 18 minutos. En él, una encantadora y bien acomodada ancianita se sienta a la mesa para celebrar su 90 cumpleaños, con una serie de asistentes imaginarios (se supone que fallecieron hace un tiempo) y el mayordomo que trata de entretenerla durante la cena. El sketch completo puede verse aquí.

14. El paté de hígado de cerdo – Leverpostej

Tradicionalmente, la ganadería porcina ha tenido y tiene una alta importancia en la sociedad y economía danesas. Es por ello por lo que abundan los platos y productos derivados de este animal.

Uno de ellos, y quizás el producto porcino más popular de Dinamarca es el Leverpostej o paté de hígado de cerdo. Viene en bandejitas metálicas de distintos tamaños y aunque generalmente se toma frío, como ingrediente del popular smørrebrød o sándwich abierto danés, su envoltorio metálico lo hace apto para calentar al horno. En este caso, la alta temperatura la añade una costra y lo reblandece por dentro, combinándose entonces con pan, pepinillos o cebolla frita, entre otros.

15. Lego

Así es, la archiconocida marca de juguetes tiene su sede en Billund, en la península de Jutlandia. Comenzó su actividad en 1932, de la mano de su fundador, el carpintero Ole Kirk Christiansen, e inicialmente producían juguetes de madera. En 1949 empezaron a producir sus característicos bloques interconectables, y fue en 2015 cuando el grupo se convirtió en la mayor empresa de juguetes del mundo tras superar en ventas a Mattel.

Su nombre deriva de las palabras (en danés) leg godt, que traducen a “juega bien”. Hoy en día Lego, a parte de sus juguetes, cuenta con películas, videojuegos, competiciones y hasta ocho parques de atracciones, con presencia en los cinco continentes. Ah, y también una fundación propia, patrocinando distintas iniciativas sociales y educativas.

16. Educación pública gratuita

Toda la educación (salvo un porcentaje en las guarderías, que pueden costear las familias) en Dinamarca, o sea, desde primaria hasta la Universidad (Grados y Másteres) es totalmente gratuita para los estudiantes (realmente, se financia en parte a través de los impuestos, pero eso es harina de otro costal). Al menos no le supone coste alguno, a las personas que deciden estudiar. O sea que, si estás leyendo esto y te estás planteando estudiar un Máster (o Grado), es cierto: en Dinamarca puedes estudiarlo sin pagar un céntimo, siempre que poseas un pasaporte de la eurozona.

Entrada principal del Campus de la Universidad del Sur de Dinamarca, en Odense.

Es más, si mientras los jóvenes estudian, trabajan un mínimo de 10 horas semanales, el gobierno les financia con una ayuda (aparte del salario que perciban) que oscila entre los 400 y los 700 €, aproximadamente. Es la famosa “SU” (Statens Uddannelsesstøtte), que traduce a Financiación Estatal para la Educación. Ojo, las personas danesas, reciben esta ayuda independientemente si trabajan o no, simplemente por estar cursando educación universitaria.

17. Digitalización

Este país es el no va más, en cuanto a digitalización de los servicios. Todas las operaciones entre ciudadanía y Estado, están conectadas a cada persona a través de su número de identificación o CPR.

A partir de ahí, se crea un vínculo entre nuestros servicios bancarios, sanitarios, impuestos, etcétera. Esto repercute en muchas operaciones que, en otro tiempo requerían presencia física o hacer cola al teléfono, se realizan ahora telemáticamente.

Algunos ejemplos son el certificado de identidad para operar en banca y otros servicios (NemID o MitID, como se conoce), aplicaciones para el transporte público, el buzón personal donde te llegan todas las notificaciones del Estado, o el número de identificación personal, que se nos pide en cuanto llamamos a cualquier servicio para agilizar el proceso, y un largo etcétera. Esto causa que haya menos colas en los bancos, citas para servicios públicos o médicos, tramitación de multas…

Las operaciones en línea, ya sea con el ordenador o a través del móvil, están totalmente implementadas en la sociedad y gran parte de la ciudadanía está acostumbrada a ello.

Pantallazo de mi teléfono con varias de las aplicaciones que he empleado últimamente.

18. Regaliz

¿A que esta, no te la esperabas? A mí todavía me sorprende en algunos casos, ya que por norma general, el regaliz no deja indiferente a nadie: es amor, u odio. A los daneses les chifla el regaliz (lakrids) y se puede encontrar en una amplia gama de variedades. La variedad principal que se suele emplear aquí es el regaliz salado.

Es habitual encontrar regaliz en alimentos dulces: caramelos de regaliz, chocolatinas con sabor a regaliz, golosinas de regaliz o bombones de chocolate con regaliz dentro (algo que desconocía cuando el día que me regalaron una caja, me econtré la sorpresa). Los productos menos ortodoxos que pueden encontrarse son helados con sabor a regaliz, postres con un toque a regaliz o incluso combinados de alcohol con sirope de regaliz – algo que, para muchos, es pasarse. En Copenhague, además, cada año se celebra un festival del regaliz.

19. La caseta de verano – Sommerhus

Muchas familias poseen una pequeña caseta de verano cercana a su principal residencia, a las afueras de las ciudades y en grupos de parcelas destinadas a ello.

Por norma general, se trata de sencillas estructuras de madera tipo cabaña con salón, cocina y baño, con un jardín o tierra para cultivar alrededor. Algunas pueden tener dormitorios, aunque no suelen estar aisladas para el frío invierno danés. Se emplean para hacer barbacoas o comidas con familiares o amigos durante los meses cálidos, en fines de semana.

Sommerhus nivel experto, con su invernadero.

20. La ausencia de persianas

Así es. Las persianas en Dinamarca (y la mayoría de Escandinavia) no existen. Esto se debe principalmente al tipo de región ya que, con pocas horas de luz, poco sentido tiene usar algo que la limita aún más las mismas. Esto da ciertos problemas durante los meses de junio y julio, ya que, al tener noches muy cortas, es necesario dormir con antifaz o alguna otra solución para impedir que entre luz en tu habitación.

En cuanto a las cortinas, la mayoría de casas sí las tiene, aunque algunos valientes viven sin ellas. Que no te extrañe estar dando un paseo por Copenhague, Aarhus u Odense, y ver por la ventana, en su casa, a unos vecinos que están viendo la televisión en ropa interior sin ningún tapujo.

Y hasta aquí, otras 10 cosas muy, pero que muy, danesas. Si gusta, escribiré otras 10. No te olvides de dejar un comentario.

La Igualdad en Dinamarca: la Ley de Jante

Una de las características sociales que más llaman la atención en Dinamarca es la igualdad de su ciudadanía. Es un país en el que las personas con puestos de alta responsabilidad suelen ser bastante más accesibles y, por qué no decir, campechanas, que en la mayoría de los países occidentales.

Esto se aprende desde bien joven: ya en la guardería, los niños se dirigen al profesorado por su nombre, además de tutearlo.

Un ejemplo más reciente y significativo fue en mi trabajo, donde en un evento de nuestra organización recibimos la visita del – recientemente nombrado – rector de la Universidad, entidad a la que pertenecemos. Nuestro director general le presentó con nombre y apellidos, seguido de “el rector de la Universidad”, y a partir de ahí pasamos a una ronda de preguntas abiertas. Aquí vino mi sorpresa, cuando, varios de mis colegas del trabajo se dirigían a él para hacer preguntas empleando directamente su nombre: “Jens, en lo relativo a esto…”, “Jens, qué puedes decirnos sobre…”. Es una forma que he visto también en otras entidades públicas y privadas: aquí no se emplea ni señor/a, don/doña, doctor/a, y obviamente tampoco acepciones del tipo Ilustrísimo/a o Magnífico/a (que, personalmente, me resultan hasta cómicas).

Esta cercanía se manifiesta en una sociedad que, ojo, no muestra una falta de jerarquía o estructuras de poder, sino que éstas son más accesibles y es más difícil encontrar poder o responsabilidades en las manos de unas pocas personas de complicado acceso. Se fomenta la libertad de expresión y se espera de las personas, que pregunten y cuestionen algunos de los asuntos en entornos como el laboral.

Sobre las razones de este comportamiento he escuchado muchas teorías, y la mayoría tienen, según mi experiencia, algo de razón. Aquí trataremos sin embargo una: la Ley de Jante o Janteloven. En primer lugar, quisiera mencionar que no se trata de una ley al uso, sino una serie de 10 frases o mandamientos populares que marcan unas normas sociales. La escribió el autor danés-noruego Aksel Sandemose, como parte de su novela En flygtning krydser sit spor que traduce a “Un fugitivo cruzando sus propias huellas” de 1933, aunque esta sociedad ya funcionaba así desde hacía un tiempo. La novela es una obra satírica sobre la vida en Jante, un lugar ficticio basado en su ciudad natal.

Placa conmemorativa con las leyes de Jante en Nykøbing Mors, pueblo natal de Aksel Sandemose. Poul Krogsgård.

Las diez normas que gobiernan este comportamiento son:

  1. No debes creerte nadie. Du skal ikke tro, du er noget.
  2. No debes creer ser tan bueno como nosotros. Du skal ikke tro, at du er lige så meget som os.
  3. No debes creerte más inteligente que nosotros. Du skal ikke tro, at du er klogere end os.
  4. No debes imaginar, que eres mejor que nosotros. Du skal ikke bilde dig ind, at du er bedre end os.
  5. No debes creerte que sabes más que nosotros. Du skal ikke tro, at du ved mere end os.
  6. No debes creerte más importante que nosotros. Du skal ikke tro, at du er mere end os.
  7. No debes creer que eres bueno en algo. Du skal ikke tro, at du dur til noget.
  8. No debes reírte de nosotros. Du skal ikke le ad os.
  9. No debes creer que le importas a alguien. Du skal ikke tro, at nogen bryder sig om dig.
  10. No debes creer que puedes enseñarnos algo. Du skal ikke tro, at du kan lære os noget.

Estas leyes, en cierto modo, explican la uniformidad comunitaria de los países escandinavos. Muestran un rechazo frontal a actitudes individualistas o manifestaciones de éxito personal. En el trabajo, esto se traduce en una mayor participación o consideración de las opiniones de personas con poco poder de decisión. He escuchado – desconozco su veracidad – que el director general de una de las mayores empresas de Dinamarca, baja cada dos viernes a la cantina, donde comen todos los empleados, y cada vez se sienta a almorzar con un grupo de personas distinto para charlar y saber que se cuece.

Aquí, celebrar que has ganado un premio en público, trabajar en un despacho presidido por una foto tuya saludando al Rey, o hablar de las notas que sacan tus hijos en el colegio, entre otras, son actitudes que generan un fuerte rechazo social. Se evitan, además, chasquear los dedos para llamar la atención de una camarera, o comentarios del tipo “¿Pero tú sabes quién soy yo?” (algo a lo que, las dos o tres veces que me lo han dicho, tanto trabajando en hostelería como mientras estudiaba en la Universidad, he deseado contestar: “Sí, un gilipollas”). En los tres años que llevo aquí, no he vivido nada así.

La razón de ser de estos mandamientos reside en el hecho que los comportamientos individualistas resultan contra efectivos para el conjunto de una sociedad igualitaria. Se dice de esta forma de vivir, que es unos de los éxitos por lo que Dinamarca es un país socialmente homogéneo, con unos altísimos niveles en igualdad de género, empleo, y transparencia política (lo que se traduce en felicidad).

Ahora bien, la Ley de Jante no está exenta de controversia. Algunas personas apuntan a que estas normas crean un conformismo generalizado y desmotivan a aquellas personas ambiciosas, que funcionan por objetivos, frenando el progreso que ello puede suponer. Estos factores se relacionan con algunas características negativas de la sociedad danesa: personas con dificultades para expresar sus emociones, altos niveles de depresión, una pésima atención al público por norma general o falta de implicación en tareas que no se incluyen explícitamente en la descripción de un trabajo, entre otras.

Sea como fuere, si alguna vez viajas a esta zona del mundo o trabajas con personas escandinavas, sin duda es un tema que conviene saber para minimizar los choques culturales. ¿Habías oído hablar de la Ley de Jante? ¿Qué te parece? Te animo a dejar un comentario.

Día de la Deuda Ecológica

Hoy, 28 de julio, es el Día de Sobrecapacidad de la Tierra o Día de la Deuda Ecológica del año 2022. Se trata del día que marca, según una serie de cálculos científicos, cuando la actividad humana ha agotado los recursos biológicos que se generarían en nuestro planeta, de manera natural, a lo largo de un año.

Es un indicador de la sostenibilidad (en este caso, insostenibilidad) de nuestra forma de vida a nivel planetario. Diciéndolo de otra manera, desde el 1 de enero hasta el 28 de julio, la demanda humanitaria ha gastado todos los recursos que puede generar la Tierra de forma natural, lo que implica que, para satisfacer nuestro consumo anual, ahora mismo necesitaríamos 1,75 Tierras.

Evolución del día de la Deuda Ecológica. Fuente: Global Footprint Network.

En términos económicos, podríamos decir que a partir de entonces y hasta el final del año la Tierra estaría en déficit, reduciendo las reservas de recursos y acumulando CO2 en la atmósfera.

Lleva midiéndose desde 1987 (ese año la fecha fue el 23 de octubre) por Global Footprint Network, y cada año que pasa – siguiendo mayores niveles de consumo y un crecimiento demográfico – la fecha solo hace que avanzar. Se dio una excepción en 2020 (fue el 22 de agosto), coincidiendo con la pandemia de Coronavirus, donde se incrementó la fecha en 25 días respecto a 2019.

Abogando por la sostenibilidad, el día sirve para indicarnos que debemos cambiar distintos – y grandes – aspectos de nuestra forma de vida, si queremos garantizar una vida a las generaciones venideras, aparte de otras consideraciones más particulares.

Puedes saber más en:

Página web del Earth Overshoot Day: https://www.overshootday.org/

Estimación de la fecha del Día de Sobrecapacidad de la Tierra de 2022: https://www.overshootday.org/content/uploads/2022/06/Earth-Overshoot-Day-2022-Nowcast-Report.pdf

Normandía: La ruta de la Liberación

La Guerra. Una de las mayores atrocidades de la que ha sido y sigue siendo capaz el ser humano. Normandía, aparte de tener muchos atractivos naturales, gastronómicos e históricos, es una zona marcada por el inicio de la victoria aliada hace casi 80 años, comenzando con el desembarco anfibio más grande de la historia, el día D. En este viaje, recorrí la Normandía (zona costera al noroeste de Francia, cercana a la costa inglesa) de la Operación Overlord, excursión que recomiendo totalmente a cualquiera con un mínimo interés por nuestra historia reciente.

Sobre la batalla de Normandía existe muchísima información, real y ficticia, en distintos medios. Destaco los siguientes títulos de cultura popular: Hermanos de sangre (libro de 1992 y miniserie de TV de 2001), Salvar al Soldado Ryan (película de 1998), El día más largo (libro de 1959 y película de 1962), Patton (película de 1970), Día D: La batalla de Normandía (libro de 2009) y series de videojuegos como las de Medal of Honor y Call of Duty; entre muchos otros. Así que, en este artículo la parte histórica se obvia, por norma general.

Sí mencionaré los números de esos días, para que nos hagamos una idea de la magnitud del evento. Estando la mayor parte de Francia tomada por la Alemania Nazi, se produjo un desembarco en la mañana del 6 de junio de 1944 por parte de las tropas aliadas (formadas principalmente por Canadá, Estados Unidos, Francia y Reino Unido, así como fuerzas de otros países como Australia o Polonia, en menor medida). Esa mañana desembarcaron en ese tramo de costa (5 playas, de 80 km de longitud); un total de 156.000 soldados. Una semana después, 326.547 tropas aliadas más llegaron a esa costa. A partir de aquí, os cuento un recorrido que puede hacerse en 3 ó 4 días.

Este itinerario incluye lugares emblemáticos con monumentos conmemorativos, antiguas edificaciones de la época (arquitectura de guerra), museos varios, cementerios y sitios similares. Puede empezarse de oeste a este (desde Cherbourg hasta prácticamente Caen) o viceversa, siguiendo más o menos la línea de costa, como se indica un mapa a continuación. Así fue como lo realicé y así lo relato.

Quinéville

Comencé la ruta en Quinéville (unos 20 km al este de Chebourg), en una parte de la muralla atlántica (línea defensiva de búnkeres, murallas y otras edificaciones defensivas ideada por el Tercer Reich). Es un pequeño pueblo costero en el que podemos visitar el World War 2 museum, una colección privada de distintos artilugios (incluyendo una batería de defensa en el propio edificio) y una excelente exposición de maquetas (tamaño 1:16) así como información general sobre la vida durante la Guerra. Incluye un pequeño tramo representando una calle francesa durante la ocupación alemana.

Baterías de Crisbecq

Siguiendo la carretera hacia el sur, llegaremos a las baterías de Crisbecq. Se trata de una red de 22 búnkeres y baterías antiaéreas que los alemanes construyeron y habitaron durante la guerra, en un punto estratégico desde donde se pueden observar playas y poblaciones cercanas, en lo alto de una colina. Es un recorrido bastante completo, los búnkeres están en muy buen estado y sirve para recrear como era la vida dentro de estas estructuras.

Baterías de Azeville

Entre Quineville y Saint-Mère-Église se encuentran las baterías en la pequeña población de Azeville. Una red de 4 baterías comunicadas por un búnker subterráneo muy bien conservado. La exposición describe, a parte de la vida en el búnker, su proceso constructivo y la relación con los habitantes de la aldea.

Saint-Mère-Église

Pintoresco pueblo al sur de Quineville, objetivo de paracaidistas aliados durante el día D. Los alemanes prendieron fuego a los techos de las casas para poder ver mejor durante la noche y disparar, por lo que un buen número de paracaidistas no llegó a tocar el suelo con vida. Varios monumentos que recuerdan estas tropas en la plaza principal, y en especial al maniquí de John Steele, paracaidista norteamericano que quedó enganchado en lo alto de la Iglesia local, haciéndose el muerto durante varias horas para evitar ser disparado. En este pueblo se encuentra el Airborne Museum, que describe estas maniobras.

La Pointe du Hòc

En este enclave tuvo lugar uno de los episodios más críticos en la mañana del día D. La Pointe du Hòc es un promontorio, sobre una colina que acaba en unos acantilados por encima de la playa. Por esta geografía, era un lugar aventajado donde los alemanes colocaron varios búnkeres con 6 baterías de largo alcance. Antes de desembarcar en las playas, una brigada especial de montaña (rangers) llegó por mar, con el objetivo de trepar y escalar por la vertical para deshabilitar las baterías, ya que las playas de Omaha y Utah estaban bajo su alcance con cañones de 155 mm.

Se trata de una ruta a pie por la explanada, donde se pueden visitar varios de estos búnkeres y baterías. Destaca la orografía variable de esta zona: fue objetivo aéreo del bando aliado y por ello los cráteres son aún obvios. El soldado americano James Eikner, tras trepar a la colina, describió: “Cuando llegamos arriba, parecía que habíamos llegado a la luna, había tantos cráteres”.

Vista de los acantilados en La Pointe du Hòc.

Memorial y cementerio alemán

Al sur de La Pointe du Hòc, en La Cambe, se encuentra el Memorial y cementerio alemán. Aquí reposan muchos de los soldados alemanes que perdieron su vida durante aquellos días. Además de un par de cámaras para la oración o respeto, hay una pequeña exposición que describe el proceso por el concilio y la construcción del Memorial, entre otros temas.

Playa Utah y Museo

Es la playa más occidental de las 5, y fue objetivo de desembarco, junto a Omaha, de tropas americanas. En Utah desembarcaron unas 23.000 tropas. Está ubicada entre Quinéville y Saint Croix sur Mer, y además de los distintos memoriales, entre los que se incluye una auténtica barca con estatuas de soldados desembarcando.

Junto a los monumentos principales, está el Utah Beach Museum, que recorre la historia del desembarco en esta playa a través de distintos objetos y vehículos. Dentro del mismo existe un avión bombardero B26 completo, el Dinah Might, de los que emplearon los aliados durante la batalla de Normandía y de los que solo quedan 7 en todo el mundo.

Playa Omaha – Memorial y cementerio americano

Es la siguiente tras Utah, y quizá la más popular de las 5 playas. Aquí desembarcaron unas 34.000 tropas estadounidenses. Existen dos monumentos, uno de ellos a pie de playa, que rememoran ese día. Junto a la playa está el museo de Omaha, con 1.400 m2 de exposición, y a unos pocos kilómetros está el memorial y cementerio estadounidense de Colleville-sur-Mer.

El cementerio cuenta con un mirador hacia las playas, así como distintos monumentos, uno muy completo muestra mapas con la estrategia de desembarco de las tropas aliadas, junto a una impresionante estatua por la libertad.

A la salida del memorial, se encuentra el museo Overlord, que cuenta con 2.200 m2 de exposición y unos 10.000 objetos de la guerra, incluyendo tanques y cañones.

Bayeux – Memorial y cementerio británico y Museo Memorial de la Batalla de Normandía

En Bayeux, ciudad medieval cuya impresionante catedral fue – milagrosamente – respetada por la guerra, se encuentran el memorial británico y el Museo Memorial de la Batalla de Normandía. En el Memorial principal reposan más de 4.100 tropas pertenecientes a países de la Commonwealth (la mayoría son británicas). Cruzando la vía que cruza por delante, frente al cementerio principal, existe un Memorial que conmemora a otros 1.800 caídos sin tumba conocida.

Muy cerca tenemos el museo Memorial de la Batalla de Normandía (que oficialmente tuvo lugar entre el 7 de junio y el 29 de agosto de 1944), y contiene tanques, armamento y otros objetos de la batalla, a lo largo de sus 2.000 m2 de exposición que recrea la batalla en orden cronológico.

Batería en Longue-sur-Mer

Ubicada al Norte de Bayeux, aquí se encuentran cuatro casamatas bastante intactas con baterías empleadas por los alemanes para labores de defensa. Contienen algunos cañones originales de 150 mm y desde ellas se pueden llegar a ver las playas de Gold y Omaha.

Arromanches-les-Bains: Puerto Mulberry y museos

Ubicado en la localidad de Arromanches-les-Bains, aquí las tropas aliadas instalaron un puerto artificial (denominado Mulberry) durante la toma de Normandía, para la provisión de armamento y otros víveres. De ello, todavía quedan en pie varias estructuras: unas bien dentro del mar, a varios kilómetros de la costa, y otras muy cercanas a la playa. Son estructuras de hormigón que flotaban en su día, que pueden tocarse cuando la marea está baja. Se encuentran en un estado semi derruido, y el agua que sale de sus recovecos tiene fuertes tonalidades negras debido a los distintos compuestos que se desprenden.

De una parte, da a pensar en lo efímero de las interacciones antropogénicas con el entorno: al final, la naturaleza retoma lo que es suyo, y dentro de cien años, poca cosa quedará. De otra, me dio a pensar en las cantidades absurdas de recursos que se necesitan para hacer guerra. Hormigón, cemento, acero y otros materiales que se acabarán degradando en el océano.

En esta localidad se encuentran también dos museos: el Museo del Desembarco de Arromanches, inaugurado en 1954, cuenta con más de 2.000 artefactos de la Guerra, así como distintos dioramas (incluyendo uno que muestra el puerto artificial en funcionamiento). Muy cerca está también el Museo de Arromanches 360o Cinema Circulaire, con proyecciones y distintas secuencias de imágenes tomadas durante la batalla.

Playa Gold

Unos pocos kilómetros al este de Arromanches nos encontramos con la playa Gold – junto a Sword, en las que desembarcaron las tropas británicas – donde podemos encontrar varios monumentos, así como alguna estructura de la muralla atlántica integrada en el actual paseo marítimo. En esta playa desembarcaron casi 25.000 soldados.

Playa Juno – Museo y Memorial canadiense

Siguiendo la playa Gold, llegamos a la playa Juno, entre las poblaciones de Ver-sur-mer y Saint-Aubin-sur-Mer. Juno fue la principal playa de desembarco de las tropas canadienses (unas 14.000) junto con las francesas, llegando a un total de más de 21.000. El General Charles De Gaulle, líder del gobierno francés en aquella época, visitó la misma días después del desembarco para reconocer el esfuerzo de las tropas y arengarlas para seguir avanzando, antes de establecer en Bayeux su gobierno provisional. El lugar de su visita queda marcado con una gran cruz de Lorena.

En esta playa se encuentra el icónico bunker torcido ´Cosy´, apodado así tras el teniente William ´Cosy´ Aitken, cuya unidad lo tomó tras introducir varias granadas por sus aperturas. Existe también el Juno Beach Centre, museo memorial dedicado a las tropas canadienses.

A unos pocos kilómetros, en Beny-sur-Mer, se encuentra el Memorial y cementerio por los soldados canadienses caídos durante la batalla.

Playa Sword – Museos del Gran Búnker y de los Comandos

Esta playa contiene un memorial al comando de boinas verdes dirigido por el capitán Philippe Kieffer, que lideró el desembarco en esta playa. Además de un museo dedicado a esta hazaña, está también el museo del Gran Búnker-Muralla Atlántica. Como su nombre indica, es un antiguo búnker, intacto, ya que los alemanes que lo ocupaban se entregaron a las tropas británicas al detonar éstas su puerta principal. Repasa la vida dentro de un búnker a lo largo de sus 6 plantas (con todo lujo de detalle) y como nota peliculera en él podemos subirnos a una barcaza, la PA 30-31, del desembarco, que se restauró y empleó para filmar esa secuencia con los personajes principales, en la película Salvar al Soldado Ryan.

Complejo Hillman y Puente Pegasus

En dirección sur desde la playa Sword, nos encontramos con el complejo Hillman: otra red de búnkeres y baterías con vistas a la costa. Está en peor estado que los mencionados anteriormente y en muchas de las estancias no puede entrarse, aunque como parte positiva, su visita es gratuita.

Siguiendo la carretera al sur en dirección a Caen, nos toparemos con nuestra penúltima parada: el Puente Pegaso. La toma de este enclave por las tropas aliadas fue crítica ya que la misión de los aliados que llegaron por aire era tomar el puente durante la noche, antes del desembarco, para prevenir que las tropas alemanas enviaran refuerzos por el este. Existe una serie de monumentos en los puntos donde aterrizaron las tropas, y un museo donde se recuerda la hazaña (e incluye el puente original de aquella noche).

Memorial de Caen

En Caen, la capital de Normandía, está el Memorial de Caen. Es un museo que recorre el proceso de paz durante el Siglo XX, más allá de la Guerra, con espíritu de reconciliación. A parte de la batalla de Normandía y la Segunda Guerra Mundial, recorre la Guerra Fría y la Europa del siglo pasado. En él se proyectan distintas películas temáticas y tiene también varios jardines con monumentos por la vida y en homenaje a aquellos que perdieron la suya.

Y hasta aquí mi viaje por la ruta de la Liberación. En cuanto a los museos, he intentado mencionar la mayoría, aunque hay más de 10 (diría que cerca de 20) sobre esta temática por toda la zona. Muchos de ellos muestran colecciones (algunas, gigantescas) con artilugios, objetos e información sobre distintos aspectos de la batalla de Normandía. En mi caso, los que visité (Museo WW2 de Quineville, baterías de Crisbecq, Memorial de Caen y museo del Gran Búnker-Muralla Atlántica) se debieron a elecciones personales: a parte de la historia, me encantan el modelismo y la arquitectura.

Más allá del turismo de guerra, que tiene algo, abominable y crudo, atrayente para muchos, quisiera destacar la parte humana (o mejor dicho, inhumana) de la guerra. Pensé en esto visitando los cementerios de las distintas tropas, ya que una oscura bruma silenció mi mente durante esos ratos. Los distintos cementerios, el alemán de Le Cambe, donde descansan cerca de 22.000 alemanes, el norteamericano de Colleville sur Mer, con 9.387 tumbas, o el de Bayeux, donde yacen casi 6.000 tropas de la Commonwealth (en su mayoría británicas), entre otros, están perfectamente cuidados y limpios al milímetro. Todos tienen monumentos y habitáculos destinados a la oración o memoria. Además de estos cementerios, existen otros por la zona, como otro alemán en Huisnes-sur-Mer, muy cercano a Mt. St. Michel, o el resto de los cementerios de la Commonwealth. En todos los cementerios de guerra en Normandía, hay más de 110.000 vidas cortadas de forma absurda (al menos, desde un punto de vista ético) y prematura.

Los chicos que aquí murieron, simplemente se disparaban unos a otros por vestir uniformes distintos, pero a buen seguro muchos hubieran pasado una tarde de camaradería con unas cervezas de por medio, en cualquier otro contexto. Dos cosas me llamaron especialmente la atención, la primera, la multitud de tumbas sin identificar y la segunda, la edad de la mayoría de las soldados: jóvenes entre dieciocho y veintipocos años. Probablemente muchos todavía no habían votado en unas elecciones (ojo, que los menores de veintiuno norteamericanos no estaban autorizados a pedirse una cerveza en la mayoría de los estados), sin embargo, sí se les consideraba lo suficientemente hombres como para ir a morir o matar en la guerra. Qué terrible ironía.

Dicho esto, la ruta de la Liberación de Normandía bien merece una visita. Entre paradas bélicas, hay pueblecitos encantadores, con cafés, jardines y boulangeries artesanales donde descansar. Con suerte, podréis encontrar un mercado local donde comprar sidra (Normandía es el mayor productor de Francia) y ostras, delicias de la zona. Veréis también que en muchos edificios oficiales ondean no solo la bandera francesa, sino también las aliadas y la alemana, en señal de memoria, concilio y paz. En algunas viviendas particulares observé la bandera francesa junto con la estadounidense, y me entretuve al pensar como del horror de la guerra, algunos soldados americanos encontraron una nueva vida en esta zona de Francia.

10 cosas muy danesas (I)

“La población danesa, tiene especial debilidad por las cosas danesas, les gustan mucho”. Aunque parezca una frase propia de Mariano Rajoy, no lo es. En Dinamarca existe cierto orgullo por los productos, costumbres o alimentos autóctonos, sea por varios motivos que no vienen ahora al caso. Si vives o has vivido en Dinamarca, seguro que reconocerás algunos de estos. En caso contrario, espero que te sirva para conocer un poco mejor este país escandinavo y, por qué no, ir planeando una visita. A continuación, tenéis una lista de 10 cosas muy, pero que muy, danesas.

  1. Cervezas: Tuborg, Carlsberg, Albani y Royal Export

Todas estas marcas tienen como principal reclamo la pilsner, el tipo de cerveza que domina en el panorama nacional. Tuborg, fundada en 1873, da la sensación de ser algo más popular que la Carlsberg (1847) en lo que a ventas nacionales se refiere. Desde 1970, eso sí, Tuborg es propiedad del grupo Carlsberg. Ambas patrocinan eventos deportivos, de ocio, etcétera, y son las que la mayoría de los daneses te llevará a casa si organizas una comida o cena. Las beben desde grupos de estudiantes hasta la actual primera ministra. Existen también otras cervezas nacionales, pero algo menores en cuanto a marketing, la Albani (fundada en 1859 y típica en la isla de Fionia) y la Royal (del grupo Royal Unibrew, segundo tras Carlsberg y al que desde 2000 pertenece la Albani, entre otras). Estas marcas agrupan decenas de tipos de cervezas, pero, si me dan a elegir entre sus 4 más básicas, me quedo con el sabor de la Albani, que tiene algo más de cuerpo que las demás.

2. Rugbrød – pan negro

El principal ingrediente de muchos desayunos o almuerzos en este país. Es denso, nutritivo (casi el doble de fibra y un 10% menos de hidratos de carbono que el pan blanco, por porción) y existen varias recetas para aprovecharlo incluso cuando se reseca, como el ølbrød (una especie de gachas a la cerveza).

Habitual es que la gente se lleve sándwiches con este pan para comer en el trabajo, siendo también el ingrediente principal del clásico smørrebrød, sándwich abierto danés.

Rugbrød, recién horneado. Cortesía de Mayra Navarrete.

3. Las bicicletas

Dinamarca es un país muy plano, lo que hace que montar en bicicleta no tenga la dificultad física que existe con una orografía variable. Es muy normal montar en bicicleta, no solo para hacer ejercicio, sino para realizar sus tareas diarias: la población coge la bici para ir a trabajar, a hacer la compra, para quedar en grupos, etcétera. En cierto modo, puede interpretarse como representación de la homogeneidad de esta sociedad: todo el mundo, jóvenes y mayores, pueden tener acceso a una.

Ah, y raro es no encontrar una calle, en las grandes ciudades, que no tenga carril bici.

Cykelslangen, puente exclusivo para ciclistas en Copenhague.

4. Remoulade – salsa danesa

Mezcla de mostaza con mayonesa, se llama remoulade o salsa danesa (al menos, así la he visto en algunos supermercados españoles). Elemento habitual en cualquier nevera del país, es esencial para el también típico smørrebrød, así como para las albóndigas de pescado o frikadeller.

Suele contener también, pequeños trocitos de cebolla o pepinillo picados. Hoy en día se emplea también como acompañamiento de casi todo, como por ejemplo en las patatas fritas.

5. Alquilar una vivienda: fianza de tres meses

Sí, has leído bien. Cuando vas a alquilar una casa en Dinamarca se paga una fianza por valor de 3 meses de alquiler. Cuando llegué hace un tiempo, intenté por distintos medios buscar un piso con fianza “normal”, de un mes. No perdáis el tiempo, es imposible. En Dinamarca la fianza son tres meses de alquiler, y punto, por lo que os conviene venir con unos buenos ahorros para esto (además de la fianza, se ha de pagar el primer y el último mes de vuestra estancia, al entrar a vivir, o sea que en total toca pagar 5 meses de buenas a primeras). Cuando dejes la vivienda, puedes dar gracias si recuperas más de la mitad de la fianza, aunque eso da para otro artículo.

6. Sild – Arenque encurtido

De los alimentos más singulares que he probado. Es arenque curado y posteriormente envinagrado, que se condimenta con distintas especias para generar varios tipos. Tiene una textura más tierna que el pescado crudo, un punto dulzón en la mayoría de los casos y es rico en omega 3 y vitamina D. Indispensable junto con el pan negro en el famoso sándwich abierto danés.

Destacan el de cebolla y eneldo, el de cebolla y clavo, de color rojizo y más recientemente el de curry. Desde que estoy por estas tierras, se ha convertido en uno de mis alimentos favoritos.

Pan negro con mantequilla, salsa danesa, arenque, zanahoria y pepino. Hay días en lo que no necesito nada más.

7. La informalidad laboral

A muchos expatriados/as nos choca al principio: quitarse los zapatos en la oficina, desayunar juntos de vez en cuando, el Friday bar, venir a trabajar en zapatillas y vaqueros o comer junto a la persona de mayor rango en la organización. El ambiente de trabajo resulta – por norma general – bastante más en informal que en la mayoría de los países europeos. Parte de ello tiene que ver con una jerarquía más horizontal, como se comentó en este artículo.

Desde que estoy aquí, para trabajar no me he puesto unos zapatos en mi vida, Hulio.

8. Cocio

La bebida dulce más popular del país, proveniente de Esbjerg. Cocio (que se pronuncia, coquio) lleva siendo protagonista de los snacks daneses desde 1951, y puede encontrarse en algunos países fuera de Dinamarca. Se trata de una bebida de chocolate con leche, que suele tomarse fría como merienda, en el desayuno, o como remedio para hacer la resaca más llevadera. Algunos aventurados la combinan durante la comida, con el perrito caliente danés.

9. Rød pølser – las salchichas rojas

Los perritos calientes son muy populares en Dinamarca desde los años 20 del siglo pasado, tanto que es muy normal encontrarse con puestos de perritos calientes en cualquier ciudad/pueblo, siendo una comida rápida válida en una jornada de trabajo, o mientras se da un paseo, entre otros. Ahora, el ingrediente que le da el toque 100% danés es el tipo de salchicha.

Las rød pølser son salchichas (tipo Frankfurt) normales y corrientes, pero tienen el recubrimiento de un llamativo color rojo. Sólo las he encontrado aquí. No pican, ni tienen un condimento especial, sino que se trata de algo puramente visual.

Cocio med rød pølse, «delicatessen» solo apta para vikingos. Scandikitchen.

10. Dannebrog – la bandera nacional

La bandera nacional – conocida como la más antigua del mundo – se emplea en todo tipo de celebraciones como aniversarios, graduaciones, Navidades, etcétera. Algo que me chocó los primeros meses, fue ver de vez en cuando autobuses, que las llevaban en sus capotas. Al emplearse (según marca la leyenda) desde 1219, el país se siente muy orgulloso de ella. Tanto es así, que desde 1915, es ilegal ondear otra bandera que no sea la danesa, feroesa, groenlandesa, la de las Naciones Unidas, la UE y el resto de países escandinavos; sin permiso de las autoridades locales. Una excepción puede darse, si colocamos la bandera de nuestro país, junto a la bandera danesa.

En 2017, una familia en Kolding (municipio en la península de Jutlandia), recibió una visita de la policía que le indicó quitar la bandera estadounidense que ondeaba en su jardín, teniendo que pagar una multa de 2500 DKK (unos 340 €) si no lo hacían.

Así que, ojito con emplear otras banderas en Dinamarca. Y si como expatriados/as, acudís a alguna celebración, o lleváis una tarta al trabajo, o a la cena de Navidad, y lleváis un par de banderas o un pin con la misma, demostrareis a vuestro entorno lo bien integrados que estáis en este país.

Cortesía de Kim Agersten/TV2 Lorry.