Bornholm es una isla danesa en el báltico sur que forma parte de la región capital, aunque geográficamente esté más cerca de Suecia y de Polonia que de Dinamarca. Desconocida para muchos, es el principal destino turístico dentro del país, también popular entra suecos y alemanes.
En el resto de Dinamarca se la conoce como solskinsøen, que se traduce a “isla soleada” (como mediterráneo, sonreí para mis adentros la primera vez que escuché la expresión) y no es extraño encontrar gente que vive durante todo el año en Copenhague y posee una casa de verano aquí. Ahora bien, ¿qué tiene de especial esta isla? Si sigues leyendo, te lo cuento.
En primer lugar, ojo, pese a depender administrativamente, de la región capital, Bornholm pertenece, en lo sociocultural, a la Dinamarca rural. En este sentido, el día a día es más representativa de la auténtica Dinamarca que lo que ocurre en la cosmopolita Copenhague. Aquí, la gente local, no solo no te hablará en inglés (fuera del ámbito turístico), sino que escucharás que se habla un dialecto del danés, el bornholmés. Esta lengua comparte más del 90% con el danés corriente, pero suena más melódico (quizás, por cercanía, similar al sonido de la lengua sueca) y tiene palabras propias. Lo que significa que, si te trasladas a vivir aquí una temporada, por fuerza aprenderás a hablar danés, al menos el de supervivencia.
A nivel de naturaleza, la de Bornholm es única, cuenta con paisajes que no se pueden ver en cualquier otra parte de Dinamarca. Esto incluye montañas (montañitas, o, mejor dicho, cerros) valles y playas bastante soleadas en verano, que ofrecen actividades, como la escalada en roca o tirolina sobre lago en Opalsøen, difíciles de realizar en otras partes del país. La isla cuenta, además, con récords naturales específicos, como tener la cascada más grande de Dinamarca, Døndalen, o la grieta tectónica más larga (de unos 12 km), que se puede ver con claridad en Ekkodalen. En este artículo se comentan varias de las rutas naturales de Bornholm.
La capital, Rønne, es el primer puerto de entrada a esta isla de 40.000 habitantes que hasta principios de siglo tenía a la pesca como principal actividad económica. Desde entonces, su condición de isla y en cierto modo, ojito derecho de la administración en Copenhague, la ha convertido en banco de pruebas para ciertas políticas estatales en el campo de las energías renovables, sostenibilidad y transición a una sociedad libre de emisiones.
Muchos años atrás, y debido en parte a su ubicación estratégica, Bornholm fue escenario de sucesivas batallas y cambios de poder entre Dinamarca y Suecia, que a través de Arzobispado de Lund gobernó gran parte de la isla. De hecho, Hammershus, el imponente castillo en ruinas que domina la costa noroeste de la isla fue construido por el Arzobispado de Lund, mientras Gamleborg fue construido por los locales en la era vikinga y posteriormente Lilleborg, ya bajo dominio de la corona danesa. Todavía quedan ruinas de todas estas fortalezas, que sin duda merecen la pena visitar si tenéis la ocasión.
Además de estas construcciones, también fueron testigo de estas eras las iglesias redondas, construidas entre los Siglos XII y XIII. Con una arquitectura característica, fueron empleadas también como refugio, y Bornholm cuenta con 4 de las 7 iglesias redondas que todavía quedan en Dinamarca.
La isla dejó de ser parte de Suecia, tras unos 500 años de toma y daca entre ambos países, en 1658. Dinamarca había cedido la isla al país vecino tras una guerra, pero la población local se rebeló contra las fuerzas suecas que la ocuparon, ejecutando de un disparo al comandante sueco, Johan Printzensköld, en Rønne. Me entretiene imaginarme este momento, como un “¡Esto es Esparta!” a la danesa: Dette er Bornholm!
Tras este hecho, los isleños presentaron la isla como regalo al Rey Federico III, bajo la condición de que nunca más se volviera a ceder. Desde entonces, la población isleña gozó de un periodo de desarrollo económico gracias a la pesca y la minería, y se ha mantenido libre de invasiones extranjeras hasta hoy en día, con la única excepción de las ocupaciones alemana (1940-1945) y soviética (1945-1946) durante la Segunda Guerra Mundial. Con este panorama, en 1945 las fuerzas soviéticas bombardearon Rønne y Nexø, acabando con la vida de 10 civiles y posteriormente tomando la isla hasta un año después de finalizar la guerra.
Más allá de todo esto, Bornholm es hoy en día un popular destino gracias a su historia y naturaleza, así como su especializada oferta gastronómica y sus talleres de vidrio y cerámica artesanos. Son típicas las casas de ahumados (røgerier), que abundan en toda la isla, y raro es en temporada alta tener una mesa disponible sin reservar con antelación.
De manera singular, todos los años (a excepción de 2020), se celebra el Folkemødet, lo que traduce a “El encuentro de la gente”, un festival de la democracia donde se encuentran los principales partidos políticos junto con distintas asociaciones y entidades, así como prácticamente cualquiera que se proponga asistir. El fin de este evento, que transcurre a lo largo de unos días en junio, es acercar la política a la ciudadanía y ofrecer un lugar donde se puedan generar debates sanos en un ambiente informal.
Bornholm es desconexión de la vida urbana, es pasear por la naturaleza, es bañarse en las playas de Dueodde, callejear por Svaneke y visitar la cervecería local, o tomarse un helado en el pintoresco puertecito de Gudhjem intentando divisar la diminuta Christiansø al este. Y si os queda energía, probad a dar la vuelta en bici a la isla recorriendo los 105 kilómetros de su circunferencia.
En el próximo artículo, os detallaré como es el día a día en esta isla, visto desde los ojos de un extranjero que lleva 9 meses viviendo en ella.
Podéis leer más acerca de esta isla en los siguientes enlaces.
Información general sobre las atracciones y accesos a Bornholm:
Artículo en la revista National Geographic, del año 2018, sobre el plan cero residuos de Bornholm para el año 2032:
Artículo en el diario el país, del año 2020, sobre la estrategia y plan de sostenibilidad de Bornholm:
Hej!
Ya tenía yo en mi lista de visitas esta isla desde hace varios años, espero que cuando pase la pandemia pueda volver a retomar mis viajes internacionales, pero por ahora seguiré por Ronneby y sus restos vikingos [ https://sveaypablo.es/bjorketorpsstenen-menhir-sueco-con-runas/ ]. La isla se ve bien bonita y hoy en día es un bonito destino turístico. De hecho varios de mis compañeros de Karlskrona me han dicho que vale la pena visitarla sobre todo a principios de Junio porque luego se llena de daneses y que la cerveza hay que probarla.
Un saludo desde el otro lado de la frontera
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Sorry for the late reply Pablo, he andado de vacaciones. Excelente el artículo sobre Björketorps, tengo pensado una salida Kristianstad – Karlskrona, me apunto la parada. Si te decides a visitar Bornholm, coméntame y te paso una lista de imprescindibles 😉
Saludos
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Descuida, es normal estar pendiente de muchas cosas y que se vayan pasando las cosas 😉
Pues si tienes pensado ir a Kristianstad, Björketorps está un poco lejos, pero si te gusta la historia nórdica y sobre todo los vikingos, la zona donde está Björketorps tiene además muchos restos vikingos datados durante varios siglos, incluidos tres menhires más (cuando tenga un poco de tiempo libre escribiré un artículo sobre ello, pero todavía me estoy documentando).
Cuando vaya a Bornholm ya te escribiré para pedirte consejo.
Un saludo desde Kalmar
Pablo
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