Bornholm es una isla singular ubicada en el mar báltico, que forma parte de Dinamarca, pese a que el puerto más próximo a la isla es el de Ystad (ciudad del inspector Wallander), en Suecia. Pese a que su temporada alta de turismo coincide con los meses de verano, Bornholm tiene una naturaleza única en toda Dinamarca, que incluye frondosos bosques de robles, formaciones de granito, cascadas, acantilados y hasta un paraje lunar formado a partir de sedimentos de carbón; que los hace especiales en la temporada baja. Es entonces, cuando nos encontramos con menos gente, cuando de verdad el momento idóneo para recorrer senderos inalterados y conectar al máximo con la naturaleza.
Continúa leyendo para conocer 6 rutas naturales de la isla soleada (así es como se conoce a Bornholm en el resto de Dinamarca).
Ekkodalen o ‘El Valle de los ecos’, ubicado en el bosque de Almindingen. Este valle es consecuencia de una rotura tectónica que se prolonga a lo largo de 12 km. Este panorama ha creado unas impresionantes paredes de roca vertical, las más altas llegando a 20 metros junto a la entrada principal. Muy cerca de ella, nos vamos a tomar con la cascada Gedebæks, desde donde podemos subir por las escaleras al bosque de robles en la parte superior, gozar de las vistas o descansar sobre el cómodo musgo. ¡Ah, no olvidéis probar el eco en la zona de rocas verticales! Hvad drikker Møller?! Øller!

Valle Døndalen. Situado en la costa este, entre Gudhjem y Tejn, esta zona include la cascada más larga de toda Dinamarca. En este lugar se han dado varios descubrimientos arqueológicos como lugares de sepultura o cremaciones, y desde 1916 acoge distintas especies de árboles del mundo como el alcornoque chino o el mamut de California. Estas especies se identifican de manera sencilla, y cada una tiene una señal que nos explica un poco más sobre la misma. Una vez de vuelta a la entrada principal, podemos cruzar la carretera y comernos un bocadillo mirando al mar; si el cielo está claro se puede ver la isla de Christansø.

Bisonskoven (el bosque de los bisontes), en Almindingen. Como su nombre indica, aquí viven varios ejemplares de bisonte europeo. Comenzó en 2012, cuando se eligió Bornholm como uno de los enclaves dentro de un proyecto de preservación de la especie y se transportaron 7 animales a la isla. Pese a que se encuentran en un entorno vallado, pueden moverse en un área de unas 200 hectáreas, y hoy en día son ya 14 ejemplares. Pese a que no son fáciles de encontrar, podemos jugar a rastrearlos, a través de sus huellas y mondongos, aunque lo normal es que cueste dar con ellos. No se trata de un animal hostil, aunque lo recomendado es no salir de los caminos marcados y no acercarse a ellos a menos de 100 metros.

Paradisbakkerne (Los cerros del paraíso), cerca de Nexø. Si J.R.R. Tolkien hubiera encontrado la inspiración para sus obras en la isla de Bornholm, sin duda este sería el lugar idóneo para ello. Esta zona, una mezcla en miniatura de bosque, rocas, cerros y valles puede recorrerse por varios senderos marcados en rojos, azul y amarillo. Preparaos para dejar que fluya vuestra imaginación, especialmente al encontrarnos con los nombres de algunos de estos parajes. Heksens dør (la puerta de la bruja) es uno de ellos, una zona con matorrales próxima a un largo cortado de roca vertical. Pero, ¿dónde se esconde la puerta? Puede que sea una losa de roca apilada gentilmente en una de las grietas, o quizás sea metafórica, como un árbol que nace en medio del camino, aislado de todos los demás, como si se tratase de un guardián a otra dimensión. En la zona también encontrareis Rokkestenen (la roca de piedra), probablemente la roca más popular de la isla, ya que esta mole de 35 toneladas se balancea ligeramente. Se dice que varios trols habitan el lugar, así que puede que alguno de ellos la colocara ahí mientras limpiaba el Troldstauerne (la sala de estar de los trols), que de verdad parece un salón desordenado, aunque esto último dependa de los estándares de cada uno.

Hammerknuden, en el extremo más al norte de la isla, justo sobre las icónicas ruinas de Hammershus. Esta zona natural incluye mar, rocas, lagos y cerros y la podemos transitar por varias de sus vías coloradas. Esta área está limitada por el lago Hammersø (el mayor de la isla), y aquí predominan las formaciones rocosas y sus formas están fuerte influenciadas por la actividad humana. Los restos de la minería de granito son evidentes, incluyendo el pintoresco lago Opalsøen, otrora un sitio de excavación que nos da una idea de la magnitud de esta industria que se prolongó hasta principios de los 70. Las ruinas de la Capilla de Salomón (ca. 1300) junto al mar merecen una visita, dichosa la soledad de aquellos que la frecuentaban cuando estaba en su mejor forma.

Kultippen, muy cerca de la playa en Hasle. Cerramos el artículo con un paisaje natural influenciado por actividades humanas, bello, singular y desolador. Kultippen es un paisaje lunar cuyo origen se remonta a la actividad minera durante la 2a Guerra Mundial. Las provisiones de carbón, mermadas durante la contienda, empujaron a los locales a ampliar las extracciones locales cerca de Hasle. Los residuos de esta extracción se transportaban y volcaban (tip, en danés, de ahí el nombre) en este lugar, creando un paraje que se asemeja a la luna. Probad a tararear ’Space Oddity’ cuando visiteis esta mezcla de escombros, area y mar, para completar la experiencia.

Espero que podáis disfrutar estas y otras de las maravillas que tiene Bornholm en algún momento.
2 comentarios sobre “Rutas naturales para días de invierno en Bornholm”