10 hábitos de mejora, que puedes empezar a practicar hoy

Recientemente accedí a hacer una presentación para estudiantes de secundaria, que estudian en el mismo colegio en el que yo lo hice en su día. La idea fue, básicamente, compartir mi experiencia laboral y académica desde que superé la enseñanza preuniversitaria (hace ya más de 15 años, ojo) dentro de un programa de “charlas sobre el trabajo” que el colegio realiza de forma regular.

En vez de centrarme en describir vivencias personales, algo que probablemente sería olvidado al fin de la sesión, intuí que sería más efectivo dar una serie de consejos de mejora que podrían empezar a utilizar ya mismo. Estos hábitos me han traído cierto éxito, moderado (en la manera en la que gozo de una buena situación laboral y felicidad) durante la última década. Durante la sesión, los mencionamos de forma genérica, aunque en muchos casos pusimos ejemplos de cada uno.

Para un par de ellos, les añadí una perspectiva generacional, ya que en mi época de estudiante las plataformas digitales y redes sociales no estaban tan presentes en la sociedad como lo están hoy en día. Así que, a partir de aquí, se explican estos 10 hábitos (algunos, bastante interrelacionados) que pueden hacerte mejorar en varios aspectos:

1 – Compórtate con humildad: evita quedar de “sobrado/a”. Esto en absoluto implica que carezcas de ambición o confianza y es de vital importancia en la época del continuo autoreconocimiento (o lo que me gusta llamar, la cultura del selfi). Los grandes egos tienen la terrible habilidad de contaminar espacios de trabajo, destruir relaciones y minar la cultura social de cualquier organización. Si mantienes tu ego bajo control, es bastante probable que acabes siendo una mejor persona. La gente que va de listilla no suele agradar.

Consejo: Intenta utilizar menos “yo” o “mi” cuando construyas frases, y prueba emplear en su lugar pronombres que incluyan a otros actores como “nosotros/as” o pronombres impersonales. Intenta también, antes de entrar a una reunión como oyente, pensar “No tengo ni idea sobre este tema, a ver qué puedo aprender”. A todo el mundo le gusta escucharse a sí mismo.

2 – Recuerda, nadie está por encima de ningún trabajo. Cualquier profesión que nos podamos imaginar merece ser tratada con respeto, independientemente de nuestra formación. Siempre que haya desempleo, habrá gente deseando tener ese trabajo que no te gusta nada. Si de verdad crees que estás sobrecalificado para el puesto, o sencillamente no te gusta tu actual trabajo, está en tus manos el ir buscando otras oportunidades. Sin embargo, hasta que no consigas ese cambio, debes tratar con respeto tu actual empleo.

3 – Evita pensar en silos (ser un ‘cabeza cuadrada’), o en otras palabras: intenta tener una curiosidad genuina y tener la mente abierta a nuevas ideas. Esto sirve para potenciar la empatía, de nuevo, una característica crítica en la cultura del selfi. La irrupción de las RRSS favorece que únicamente valoremos nuestras ideas, o aquellas con las que concordamos, ya que el contenido que nos llega cada vez está más adaptado a nuestros gustos. Sin embargo, esto atenta contra nuestra capacidad de pensamiento crítico y nos puede hacer menos inclinados a escuchar las ideas de otras personas, más si difieren de las nuestras.

Si tienes la miente abierta a otros estímulos, probablemente sepas valorar las opiniones de los demás (que en ocasiones pueden traer beneficios que no habíamos considerado). Con ello, tu visión estratégica de cualquier organización, empresa, entidad o relación sólo crecerá, y eso se valora.

Consejo: intenta escuchar atentamente a personas con las que tengas pocas cosas en común, al menos de manera ocasional.

Fuente: Anahi Alanis via Jostle.

4 – Cambio climático, seguridad laboral, economías cada vez más volátiles, gobiernos populistas ó escasez de recursos, entre otros. Vivimos en la época de mayor inestabilidad desde la Segunda Guerra Mundial. El ambiente a nuestro alrededor va a cambiar, así que cuanto antes lo aceptemos, mejor. Nunca vamos a tener total control sobre nuestras vidas, así que mejor estar preparado para los cambios y no tomar a nada o a nadie por sentados (una situación de confort como un contrato indefinido, por ejemplo). Esto también ayuda a valorar el presente. En definitiva, es aconsejable estar preparado para lo mejor pero listo para lo peor.

5 – Lee más libros y pierde menos tiempo en RRSS o viendo Netflix: nadie se ha vuelto más inteligente dedicando tiempo a las dos últimos y no favorecen tu alma en ningún modo. Estas plataformas están diseñadas para captar nuestra atención con nada y mantenernos enganchados a través de la dopamina, un neurotransmisor responsable de la gratificación instantánea que en grandes cantidades se asocia con enfermedades mentales, incluida la esquizofrenia. Leer, al contrario, contribuye a potenciar nuestra imaginación, creatividad, pensamiento crítico o el vocabulario (y por ende, nuestras habilidades de escritura), entre otras ventajas. Además, si se te presenta un reto, o crees estar pasando por un mal momento, es muy probable que alguien escribiera sobre una situación muy parecida hace bastante tiempo, lo que puede ayudar a superarlo.

6 – El trabajo va, por inercia, allí donde se realiza bien. Intenta ser consciente de como trabajas (positivamente, claro), y qué colegas o amistades se acercan a pedirte que les ayudes con algo. Mi abuelo solía decir algo así: Muchos burros se pararán a descansar, bajo un árbol que da mucha sombra.

Consejo: Es una buena señal, si se te acercan varios colegas o amistades en el trabajo o estudios. Significará, entre otros motivos, que les gusta como trabajas. Intenta ser, sin embargo, consciente de quien, y por qué se te acercan, y si te piden favores con asuntos en los que son realmente capaces. Es importante saber decir que no. 

7 – Mantén tu habitación en orden e intenta ejercitar tu cuerpo al menos una vez a la semana. A parte de los beneficios físicos y estéticos, asocio ambos con tener la mente organizada, y también como aumento de la resiliencia y formas de derrotar a la pereza. Al hacer la primera, crearás indirectamente un patrón en tu mente, a través del cual aumentarás la organización y el control sobre tus asuntos diarios, pudiendo distribuir los últimos mejor. Con la segunda actividad, también ganaremos en organización (al final, tendrás que destinar tiempo de tu día a ella).

El deporte ayuda, además, a aumentar tu resiliencia psicológica: esa vocecita en tu mente, que te desanima para que vuelvas a casa cuando sales a correr, es la misma que te pedirá que tires la toalla en cuanto la vida te presente un reto. Hacer deporte nos enseñará, poco a poco, métodos para vencerla.

8 – Intenta no tomarte las cosas de forma muy personal. Este consejo enlaza con el cuarto, ya que nunca tendrás el control sobre todas las cosas que pueden afectar a tu vida. Por ejemplo, habrá personas cuyas acciones te dañen, directa o indirectamente. Puedes intentar ponerle solución explicando empáticamente qué acción/es te han afectado, pero olvídate de a “arreglar” el comportamiento de nadie y finalmente, no seas demasiado duro/a contigo. Nadie se preocupará más de ti que tú mismo/a, así que tener una actitud positiva y afectiva hacia quién eres es esencial. Epícteto ya lo describió en el Siglo I ó II: “Lo que realmente nos atemoriza y consterna no son los eventos externos en sí, si no la forma en que nos los planteamos. No son cosas las que nos molestan, sino nuestra interpretación de su significado.”

Consejo: intenta pensar en las cosas positivas que están por llegar, y centrar tus pensamientos más en las cosas que puedes realizar, que sobre las que no tienes control alguno. Esto será más fácil si intentas rodearte de gente que añada valor a tu vida.

9 – Practica una comunicación efectiva e intenta tener un impacto positivo sobre las personas con las que te relacionas. Esto es más importante que nunca, especialmente teniendo en cuenta la época en la que vivimos, en la que muchas personas priorizan, de forma errónea, sus likes o amigos en RRSS antes que sus conexiones en la vida real. Todavía me sorprendo al trabajar con personas – siempre varios años más jóvenes que yo – que lo pasan mal al intentar resolver una objeción durante una reunión, se toman las críticas constructivas de forma muy violenta o incluso se ponen nerviosas al realizar una llamada telefónica. Distintos estudios sociológicos concluyen que estas tendencias solo van a crecer con el paso del tiempo, y una de sus causas es el hecho que nos estamos acostumbrando a trabajar (y a vivir) a través de una pantalla. Esta generación de cristal también tiene como una de sus debilidades la peor habilidad de comunicación interpersonal.

Lebron James rompiendo el récord de mayor puntos anotados por un jugador en la NBA, mientras no más de 5 individuos fuera de la cancha están prestando verdaderamente atención. Fuente: Andrew Bernstein.

David Le Breton explica que el individuo hiperconectado es paradójicamente el más desconectado. En definitiva, quien eres y el impacto que tienes sobre las personas que te rodean es más importante que tus seguidores en Instagram. En esta línea, a mayor tiempo que pases empleando comunicación digital, menos comunicación en persona practicarás, creando más conexiones, sí, pero mucho más superficiales.

Una forma de mejorar en este aspecto puede ser interactuar, de forma genuina e interesada, con las personas con las que pases días de estudio o trabajo. Si de veras muestras interés en el trabajo de tus colegas, ellos mostrarán interés en el tuyo, y de ahí sólo pueden salir cosas buenas. Alguien con dotes de comunicación efectivas tendrá mayores posibilidades de conseguir un buen empleo, mejores relaciones interpersonales en el trabajo o en su vida personal, y esto nos abrirá puertas. Para ello, debes ser capaz de escuchar las opiniones de los demás y expresar las tuyas propias de una forma clara y asertiva, por mucho que difieran.

Consejo para empezar con esto: intenta trabajar, durante tus estudios, en algún sector en el que estés continuamente interactuando con otras personas (por ejemplo, en una cafetería). A buen seguro será una experiencia beneficiosa.

10 – Visualiza donde quieres estar dentro de 5 años. Esto no debería entrar en conflicto con disfrutar del día a día, pero tener una cierta idea de que quieres para tu futuro te ayudará a no desviarte en exceso del camino. Esta visión también contribuirá a que puedas reflexionar sobre tus decisiones en el corto plazo, y, potencialmente, prevenir que un día te levantes ya cumplidos los 40 pensando en qué diablos perdiste el tiempo durante los últimos 10 años.

Consejo: intenta dedicar tiempo, de vez en cuando, para la reflexión o meditación, a solas, en un entorno de tu agrado como tu habitación o una zona en la naturaleza que conozcas bien.

Y hasta aquí, la lista detallada de hábitos que pueden añadir valor a quines somos, especialmente aplicables en los entornos laborales y enfocados a las generaciones que recién están entrando en el mercado de trabajo, y las que vienen detrás. Obviamente, he listado las que más me ayudaron personalmente y me parecen más relevantes.

Esperando que te haya entretenido el artículo, por mi parte solo puedo expresar gratitud por la sesión que celebramos. Volver a un entorno amigable en el que pasaste una parte que dejaste hace tiempo siempre es una experiencia refrescante.

Publicado por bueborvi

Ingeniero Industrial especializado en Energías y Sostenibilidad vivendo en Dinamarca. Me interesan las diferencias culturales, las tradiciones escandinavas y los viajes, y me motiva como vamos a afrontar el cambio climático, el sobreconsumo de recursos y la pérdida de biodiversidad.

2 comentarios sobre “10 hábitos de mejora, que puedes empezar a practicar hoy

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: