Melbourne (I): centro de la ciudad

Melbourne, capital del estado de Victoria, es la segunda ciudad más poblada de Australia y una referente mundial en arte y cultura urbanas. Si os movéis por el centro, se puede llegar a cualquier monumento a pie, aunque el tranvía, dentro del distrito central (CBD, central business district), es gratis, por lo que esta es una estupenda opción. Existe además una ruta en tranvía clásico que da una vuelta recorriendo los sitios más emblemáticos del centro, altamente recomendable. Podéis consultar ese recorrido aquí.

El centro de Melbourne está perfectamente definido por la cuadrícula que forman las calles LaTrobe, Spring, Flinders y Spencer. Es una zona con multitud de negocios, tiendas, varios museos, bibliotecas y restaurantes, entre otros. Destacan las llamativas obras de arte urbano, especialmente en la parte sureste. La calle dedicada a AC/DC, un ejemplo de ello. El videoclip de su tema “Its a long way to the top”, está grabado en el centro de esta ciudad (especialmente en Swanston Street).

La primera parada podemos hacerla en el Queen Victoria Market, un pelín al Norte del CBD. En este colorido mercado podemos encontrar de todo: fruta, verdura, ropa, bebida, productos de artesanía, comida para llevar, juguetes, etcétera. Es uno de los pocos sitios en Melbourne en los que se puede encontrar, en la parte de alimentación, carne de cocodrilo de Queensland o de canguro, para los más curiosos y atrevidos. Es una agradable mezcla de colores, olores y acentos que tan bien representa parte de la actual Australia: hay puestos regentados por aborígenes, hispanos, italianos, chipriotas o asiáticos, entre otros. En ocasiones (en 2016 era los miércoles por la tarde), el mercado de transforma en un evento de gastronomía con numerosos puestos (streetfood market). Definitivamente merece la pena pasar un rato por aquí.

Más adelante, caminando hacia el centro, nos detendremos en la Biblioteca Estatal (Victoria State Library), un antiguo edificio del Siglo XIX al que se puede entrar gratis. Cuenta con manuscritos, más de dos millones de libros, una sala de lectura espectacular y varias exposiciones, enfocadas especialmente en la historia y orígenes de la ciudad, otras itinerantes, sobre temas de ciencia y actualidad.

Si seguimos al sur, nos encontraremos en un mismo punto con Flinders St Station, la Catedral de San Pablo (St Paul’s Cathedral) y Federation Square. Aquí podremos detenernos para explorar la preciosa estación con su imponente bóveda y colores llamativos, lugar de encuentro de muchos melburnianos, entrar en la Catedral anglicana de estilo gótico de finales del S. XIX o sentarnos a tomar un helado en la plaza y mirar hacia los jardines al sur, más allá del rio Yarra. Encontramos aquí, además, el centro australiano de la imagen en movimiento, un lugar donde se exhiben exposiciones de cine, cultura digital y arte, con zonas de juegos interactivos para los más jóvenes. Sin ser imprescindible, es bastante ameno, especialmente si os gusta el cine. Cuando lo visitamos encontramos el característico coche de Mad Max o una auténtica estatuilla de los Oscar, el que ganó Cate Blanchett por su trabajo en “El Aviador”.

Un poco más al sur, pasearemos por el Jardín Botánico (Royal Botanical Gardens), donde existe una colección de más de 50.000 plantas, zonas con lagos, arbustos, bosque, una recreación de un volcán y animales salvajes (en especial, zarigüeyas y aves), entre otros. Es el lugar ideal para juntarse con amigos y disfrutar de una barbacoa, por ejemplo.

Junto a los jardines se encuentra el Santuario de la Memoria (Shrine of Remembrance), un sobrio y grandioso monumento erigido para honrar la memoria de los soldados australianos y neozelandeses caídos durante las Guerras Mundiales. Dentro de lo emocionante de su visita, tanto la vista panorámica desde su parte superior, como la piedra de la Memoria, situada en su interior, son espectaculares. Destaca el hecho que este santuario se diseñó de forma que un rayo de sol iluminara la palabra “Love” sobre esta piedra, cada 11 de noviembre a las 11 de la mañana, coincidiendo con el momento de firma del armisticio en 1918. El museo, una delicia para los aficionados a la historia militar.

Otra visita obligatoria, para conocer un poco mejor la historia del estado de Victoria, como de la ciudad (y de Australia, en general), es el Museo de Melbourne y el Royal Exhibition Building, ubicados uno al lado del otro. El primero contiene una colección permanente de fauna, flora, historia natural y arte y cultura aborígenes muy enriquecedora y didáctica. El segundo es un pabellón construido en 1879-1880 para eventos y colecciones itinerantes, de un ostentoso estilo arquitectónico (mezcla de varios) que muestra la importancia que se le dio durante su construcción para convertirlo en un lugar de encuentro internacional.

Una parada cercana es el Parlamento de Victoria, junto al parque Fitzroy. Funciona como sistema bicameral, con 40 miembros en la cámara alta y 88 en la baja. Esta institución sigue el modelo del Parlamento Británico, y el Gobernador Estatal ejerce de representante último de la Corona. Se pueden realizar visitas guidas previa reserva.

Finalmente, un monumento muy interesante, más teniendo en cuenta el contexto histórico la Australia colonial, es la vieja prisión, Old Melbourne Gaol. Ubicado en la calle Russell, junto a los juzgados, la prisión estuvo operativa entre 1842 y 1929. Se volvió a emplear puntualmente durante la Segunda Guerra Mundial y actualmente funciona como museo. Aparte de poder visitar las cámaras principales y los distintos tipos de celda, se expone información y objetos relacionados con la vida en la prisión. Es aquí donde se ahorcó al proscrito Ned Kelly, un controvertido delincuente, para unos una especie de Robin Hood austral, y para otros un despiadado asesino. Existe muchísima información al respecto, tanto aquí como en la biblioteca estatal, donde podemos contemplar su auténtica y característica armadura casera.

En cuanto a la gastronomía, Australia es una mezcla de cocinas Europea, Asiática y Africana, entre otras. Es un reflejo de su población y de la globalización de esta época. En el centro, podemos encontrar establecimientos de muchísimos tipos: italianos, españoles, vietnamitas, japoneses, turcos, hare krishna, etcétera. Si queremos encontrar un toque más contemporáneo y cocina fusión, podemos visitar Fitzroy, el barrio más hípster de la ciudad, que ofrece una enorme cantidad de posibilidades. Recomiendo personalmente Trippy Taco’s, restaurante de comida rápida mexicana-vegetariana, muy popular entre los jóvenes.

P.D.: Gracias a Andrés, Feña, Coti, Tami, Isma, Andy, Sal, Anna, Emilia, Alexa, Lee Ann, Sharni y el resto de los muchachos por hacer de nuestra experiencia australiana algo inolvidable.

Publicado por bueborvi

Ingeniero Industrial especializado en Energías y Sostenibilidad vivendo en Dinamarca. Me interesan las diferencias culturales, las tradiciones escandinavas y los viajes, y me motiva como vamos a afrontar el cambio climático, el sobreconsumo de recursos y la pérdida de biodiversidad.

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